lunes, 11 de julio de 2016

 AUTORES: Juan Emilio Ríos Vera, Aicha Bassry, Fatima Zahra Bennis, Soledad Iranzo, Filomena Romero, Encarna Lara,Pilar Quirosa Cheyrouze León Cohen Mesonero,Teresa Iturriaga Osa... (pag. autores)


viernes, 8 de julio de 2016

AURA DE LUZ Y AGUA de Francisco Vélez Nieto.
Guadalturia Ediciones. Sevilla.

Por Paloma Fernández Gomá


Son cincuenta y siete los poemas que componen el libro Aura de Luz y Agua del poeta y crítico literario Francisco Vélez Nieto; y como nos dice el autor en el inicio del poemario se trata de una meditación sobre nuestra civilización, cada día más embrutecida, desde esta afirmación que comparto, Francisco Vélez Nieto nos deja sus poemas de agua y luz como una fuente de renovación que reconduce la razón y aviva el camino hacia una introspección decisiva sobre nuestra existencia.
El poeta nutre la vida con el bálsamo de su poesía , y así lo hace Vélez Nieto con sus versos espléndidos y abiertos a la existencia, desde una palabra auténtica y transmisora de sensaciones, junto a valores anclados en la página del libro y que van más allá de lo que implica una primera lectura.
El hombre y la naturaleza, el Mediterráneo ( ventana abierta al mundo y a nuestro poeta), el agua, la luz, el tiempo ( poema La fuente de la edad), el mar o el desierto son foco de sus versos.
La vida en sí misma es fuente de transmisión o palabra viva en el poemario que comentamos.
“Las palabras para el poeta deben ser sustancia, aspiración...” nos dice el poeta; y en poemas como Frente el espejo del agua o El niño que la sed calma, se mantiene el mensaje de vida en un equilibrio de armonía siempre patente y reflexivo.
“Viene la luz cargada de colores”siendo la fuerza que inunda el poema Tras la lluvia.
En el poema Otoño con perlas sobre hojas de cobre, es el viento y su caricia los que planean en los versos y siembran de belleza otoñal el pulso de la vida.
Siempre la vida, la luz y el agua emanan versos que filtran el aire con una comunicación grave, justa y unánime en los poemas de Vélez Nieto; siendo así su poesía el pulso maduro que presiona el latido de las palabras y desata el eco que llevamos dentro de nuestras conciencias, allí donde se percibe la voz del tiempo, la denuncia antigua de un pasado inequívoco donde se funde la atmósfera de una naturaleza única para todos los hombres y la ley natural permanece intacta.
Nuestro poeta tiende un puente sobre “ la edad de los ríos” donde habita el agua de su poesía, siempre serena, directa, penetrando
“el bosque de abetos y campiña”, mientras “suena el despertar” y nos enfrentamos a la realidad de todos los días en la que la poesía es un pasaporte necesario hacia la reflexión.
En el epílogo del libro Vélez Nieto escribe: ¡ Oh dios todopoderoso no encargues el arca a quienes atesoran Don dinero!” haciendo así una llamada de atención directa y penetrante para reclamar justicia.
Aura de luz y agua es un grito silencioso en perfecta sincronía, donde los versos son instrumento de protesta y se proyectan todas las denuncias posibles que sostienen el germen de la regeneración del hombre y su mundo hacia una convivencia mejorable, en la que el Humanismo debe ser en todo tiempo y lugar Solidario.
Nuestro poeta se sirve de la poesía como medio catalizador de las conciencias. Su lenguaje abierto y apacible llega a todo aquel que lea las páginas de Aura de luz y agua.
La vida es una copla y nuestros momentos los vivimos como Coplillas del camino ( título del poema pag. 38):
“ Sin barca soy marinero/ con tatuajes de ayer/ viviendo sólo recuerdo./.../ Pétalos que lleva el viento/ la espina queda de duelo/ el dolor siempre por dentro./.../Sueños que la noche mece/ deseos que el alba levanta,/ mientras el día se decanta./ En el cristal reflejada/ la música es todo agua/ suave azul tu mirada./



sábado, 2 de julio de 2016

El libro Las edades del alma de Paloma Fernández Gomá publicado por Ediciones Torremozas, en la Biblioteca de la Universidad de Stanford .
 Enlace:  https://searchworks.stanford.edu/view/11672665 

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jueves, 23 de junio de 2016

Mostrando Paloma Fernandez Gomá composicion1.jpg
COMPOSICIONES ARTÍSTICAS DE YOUNES HAMIDI 
( MEQUINEZ -MARRUECOS)

Composicion inspirada en la naturaleza, tiene como base la fotografía que hice de un árbol y sus raíces en el Parque de los Alcornocales. Yuones  Hamidi ha intercalado mi foto y unos frutos (nísperos) que hacen de sol improvisado.
Mostrando Paloma Fernandez Gomá composicion1.jpg
 La segunda de las composiciones, con mi imagen en un extremo, establece un halo de romanticismo, donde la danza, los libros, un viaje, el puente, la silueta de una sirena y el paso de un carruaje invaden la escena y nos trasladan a un paisaje único en percepciones


Alegoría de Younes Hamidd sobre el libro de poemas Las edades del alma. Paloma Fernández Gomá  junto a Pilar Quirosa Cheyrouze y Rachida Gharrafi.



sábado, 18 de junio de 2016


RESEÑA DEL LIBRO ESPACIOS OBLICUOS
Publicado en FOCO SUR  (Almería) por Pilar Quirossa Cheyrouze

ESPACIO LITERARIO

“Espacios oblicuos”. Paloma Fernández Gomá. Devenir Poesía. Número 266. Madrid, 2015.

Paloma Fernández Gomá, poeta madrileña afincada en Algeciras desde 1969, autora de los libros de poesía “Sonata floral” (Premio de Poesía Victoria Kent, 1999), “Senderos de Sirio”, Cáliz amaranto”, finalista del premio Andalucía de la Crítica 2005, “Desde el alféizar”, “Ángeles del desierto”  “Acercando orillas”, entre otros, se sumerge en estos “Espacios oblicuos”, poemario editado por Devenir, donde perviven los claroscuros del tiempo y el paso de las estaciones. La naturaleza cromática marca un rumbo definido a través de posos de silencios, donde deja su estela la existencia. Ritos iniciáticos y apuntes de levedad van convidando al caminante a conocer el juego imperioso de los sentidos. Dos orillas elevadas en el canto de la tierra, discurriendo por la senda del agua, donde “languidece, en lentitud, la extrema oquedad de las piedras”, dando carta blanca a amplios avatares de cimitarras y estandartes, de leyendas y piélagos atravesados por valles, brisas, llanuras y mareas, donde el aire reclama la ascensión de una luz redentora y la noche se hace eterna para recibir pulsiones y mensajes. Preguntas que atraviesan la materia primigenia, cuando se sabe que es preciso rescatar el verbo necesario, pese a que “dormirá su futuro en el limo/ vacío de aliento/ sumido en la derrota”. Caminos que atraviesan un sendero donde la palabra emerge y se convierte en antesala de claridad, cuando “una voz amasada de fragmentos ciñe la singladura”, un eco circular para el navío que atraviesa los cauces que le llevan a su destino, donde el ángel se perpetúa en referente de esperanza, donde las siete puertas de la medina tetuaní establecen el canto y la nostalgia en el devenir de los días, amparados por la lluvia, entre presagios y atardeceres. La intensa geografía de Tánger, Chaouen, Larache, “la paz de las sendas vaticinan/ el regreso de los cántaros ya colmados/ hacia la sombra que aguarda en el poblado”. Mientras navegamos hacia la otra orilla, el puerto de Algeciras, donde aparecen “traíñas cruzando la bocana”. Y la tierra nos recorre con imágenes llenas de intensidad, vareando almendras, junto a un campo de cerezos, “siempre el ayer,/ se vuelve presente/ envuelto en lluvia de abismos”, junto al roble envejecido y machadiano, dilatando el momento de reconstruir esa memoria deshabitada que se llena de repente, renovándose en medio de la nada, a pesar del insomnio de las horas, a pesar del miedo a lo ignoto, “y de nuevo la noche/ y su eco de eternidad”, el regreso al origen, crisol de olas tras las huellas de la vida, más allá de la erosión del tiempo, del desplome de la realidad y el vértigo de los días, resquicios que queman como la lumbre y se internan por la intrahistoria de las horas, las que no regresan, cuando sabemos que “el magma es plegaria/ que conduce el fuego hacia su exterminio”. Esperando que regrese, renovada y clemente, la luz del alba.

miércoles, 1 de junio de 2016

PRESENTACIÓN DEL LIBRO "EL COLOR DE LA MEMORIA" DE JOSÉ SARRIA EN ALGECIRAS.
 El pasado día 27 de mayo tuvo lugar en el Centro Documental José Luis Cano de la ciudad de Algeciras la presentación del libro EL COLOR DE LA MEMORIA de José Sarria, que contó con la presencia de la Concejala del Cultura del Excmo. Ayuntamiento de Algeciras Doña Pilar Pintor Alonso. El autor estuvo acompañado de las palabras de Paloma Fernández Gomá, que habló a los presentes de la obra de José Sarria, y de la familia literaria del autor en Algeciras: Juan Emilio Ríos (director del Ateneo José Román), Luis Alberto del Castillo (cronista de la ciudad de Algeciras), de la poeta e investigdora Mar Marchante y de otros auotres algecireños que compartieron la tarde con el público asistente, manifestando así el calor con el que es acogido en esta ciudad José Sarria.
Juan Emilio Ríos, José Sarria, Pilar Pintor, Paloma Fernández Gomá y Luis Alberto del Castillo. Al fondo el retrato de José
 Luis Cano
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EL COLOR  DE  LA  MEMORIA  de José Sarria. Colección Manantial. Priego  de Córdoba.
Por Paloma Fernández Gomá

José Sarria es ya conocido por todos los aquí presentes y muchas otras personas del mundo de la cultura de Campo de Gibraltar. Es un hombre de ciencia dedicado en alma y cuerpo a la poesía; porque cree en la poesía como un valor necesario para que el hombre se sienta hombre. 
Ha publicado numerosos libros de poesía y escrito ensayos, así como crítica literaria, sin olvidar la narrativa. Es secretario general de la Asociación Colegial de Escritores de España, sección de Andalucía y reputado conferenciante. 
Un hombre comprometido con su tiempo y defensor de valores. 
Su último poemario supone un recorrido antológico por su obra y ha sido editado por el Excmo. Ayuntamiento de Priego de Córdoba, en su colección Manantial. 
El color de la memoria, título del poemario que hoy presentamos, me suscita el siguiente interrogante: ¿Tiene color la memoria o quizás cada uno de nosotros le ponga color a su propia memoria?. Ante esta disyuntiva me adentro en el libro y al ir leyendo los poemas concluyo en un pensamiento, que siempre tuve sobre la obra de José Sarria: Su poesía está abocada a la interculturalidad, tiene ese color ocre-verdi-negro de nuestros ancestros. En las páginas del libro tenemos citas del poeta Adonis, Antonio Gala, del libro El Catar de los Cantares, de José Ángel Valente, César Vallejo o Mari Luz Escribano, entre otros; que dan soporte a la idea esencial del poemario desde la convocatoria unánime de sus ideas, para subrayar un esquema abstracto de sensaciones vividas a pie de página en cada una de las hojas de este libro, que se adentra en el destino y reclama una senda de posibilidades más allá de las fronteras. 
Mi voluntad se traslada en el tiempo y sin pensarlo evoco el poemario Sefarad, uno de los primeros libros del poeta; en el que el mundo sefardita despierta de su sueño de siglos y se incorpora a nuestra última actualidad de la mano nuestro poeta. 
También la literatura de la orilla magrebí está latente en nuestro autor con una mirada introspectiva, siempre acertada, que rescata y, o actualiza toda una literatura, que en su mayoría ha permanecido silenciada por diferentes motivos . Mas no quisiera trasladar esta valoración sobre la obra de Sarria hacia un aspecto solamente literario- poético, obviando otra de las facetas que cultiva Sarria, me refiero al ensayo, actividad en la que ha dado sobradamente cuenta de ser, toda una referencia. Recordemos pues la antología Calle del agua (editorial Sial), junto a otros destacados colaboradores, y que constituye una referencia de consulta académica y cultural. 
Así pues desde esta perspectiva ensayística José Sarria lleva a cabo toda una recuperación de autores magrebíes, como Mohamed Bouissef Rekab, Abderramán El Fathi, Aziz Tazi… 
Y ahora adentrémonos en el libro que nos ocupa y naveguemos en las aguas de su poesía, donde hayamos poemas que son indispensables para entender la literatura hispano magrebí y a sus autores, siempre a través de los versos de El color de la memoria. 
El poeta, José sarria, observa, siente y escribe la realidad del mundo de la otra orilla, desde una poesía sensitiva y de observación, que intenta recuperar una realidad cercana, a la que en todo momento hemos permanecido unidos; así pues nuestro autor rescata del olvido muchos de los nexos de la historia vivencial que unen y han unido las dos orillas del Estrecho de Gibraltar o del Mediterráneo. 
El libro consta de cuatro apartados: 

Las raíces del agua 

Canciones sefarditas 

Al-Andalus: el paraíso 

Donde habita la memoria 

De estos cuatro apartados escogería algunas palabras, palabras claves diría yo, que son base indispensable para interpretar el poemario y a la vez encierran el contenido último de una reflexión que se extiende a lo largo del todo el poemario: Aproximación. 
Las palabras que sostienen esta base aproximativa serían: 
Guadalquivir, palabras, Sur y orilla; contenidas en el apartado primero y que trasladarían la idea de unión desde un planteamiento geográfico, de léxico y, o sensitivo.
Cito estos versos:
” Volví la vista de siglos y contemplé al instante cómo/ mi fecundidad fue patria de reyes tartesios y de/ legiones romanas” “… el murmullo del agua en las acequias, / el sustento de los geranios/ y la patria común de la palabra.” “ En aquellos días el Sur/ no era punto / en el itinerario de los mapas…””…alcanzando la otra orilla/ que me faltaba.” 

En el segundo apartado citaría las palabras: Testamento, valle de Hebrón, salmos, música y estrellas, que enfatizan el recuerdo oxidado de una memoria depositada al otro lado del Mediterráneo. 
Leo los siguientes versos:
“Entre sueños, despierto/ con el pensamiento de que no volveré/ a compartir tu mesa.” “ Toda tú eres la luz de Hebrón/ sobre olivos y campos de palmeras. La luz/ de la tarde apacible que acaricia/ con olas de colores…” “ La música me abraza,/ en su resurrección/ se agrupan las victorias.” “ Más de una noche miro las estrellas./ su número es ingente/ como la arena…” 

Medina, agua y el teatro Cervantes serían vocablos imprescindibles para el tercer apartado, donde Al-Andalus reaviva su recuerdo. 
Recojo los versos:
“ Es el agua , que como levadura/ erige sus montañas de palabras” “…y dediqué mi tiempo en Medinat Al-Zahra/ a comprender la voz de los sufíes…” “ …la puerta cerrada del viejo/ teatro no sucumbe a los envites/ del tiempo…” 

Memoria, tarde, infancia y cielo componen un vocabulario constructivo, insertado en el último apartado: Donde habita la memoria, porque la memoria interpreta, recuerda, suscita, vive y revive los recuerdos y los hace presente; así consta y se lee en los versos:

“ …Ésta es mi morada: la casa de un hombre, de/ candor inagotable, que aún espera el prodigio de/ los primeros soles.” “…Allí está. He visto cómo me mira y sonríe. No se/ ha ido. Espera en aquel preciso santuario,…” “ …Aquella es el Sur , huerta del cielo, patria de/ mi corazón y lugar en donde nacen las raíces del agua.” 

Desde esta perspectiva nos adentramos en el contenido del libro en el que el recuerdo-emotivo se revela como centro de los poemas, encerrando un mensaje de consistencia y siempre perenne en la obra de José Sarria, que habla esencialmente de Solidaridad. 
En el mensaje poético humanista de la obra de nuestro autor; el hombre toma la palabra y la transmite para descifrar su futuro y contar su historia. 
En este periodo histórico cultural en el que vivimos, donde los valores se tambalean, es necesaria una obra como la de José Sarria, en la que el hombre recobra el pulso de su historia y le pone color a su memoria, para que nuca se pierda y quede por siempre su testimonio. 
Para Sarria, jefe del equipo de redacción de la revista Dos Orillas, que pronto verá publicado su último número; el hombre se apodera ( toma la palabra) de su propia historia, así pues asistimos en los versos del libro, al empoderamiento de la palabra, para hacer uso de la misma revelando un pasado histórico, como ya dijera el escritor humanista José Luis Sampedro: 
“Cuando digo Humanidad no exagero, porque creo que Humanidad no hay; hay seres humanos. Llevamos dos mil años desde la Antigua Grecia, se ha progresado técnicamente de una manera fabulosa, casi inverosímil pero seguimos matándonos unos a otros, no sabiendo vivir juntos en este planeta. 
Hay una cosa que me preocupa: hasta qué punto se están destruyendo valores básicos. No hablo ya de derechos humanos, sino de la justicia, la dignidad, la libertad que son constitutivas de la civilización.” 

Nuestro poeta, nuestro ensayista y pensador José Sarria encierra en su libro valores que construyen la identidad del hombre. 
Como persona comprometida con sus ideas, Sarria es uno de los promotores y fundadores de la corriente de pensamiento Humanismo Solidario. Les invito a que lean los versos de El color de la memoria para que sientan de cerca lo mucho de compromiso y poesía que encierra este libro.
Yo me quedo  con estos  versos:
El recuerdo es el  tiempo  detenido
en un lugar preciso
donde, jóvenes,
por  un instante fuimos
eternos, invencibles, inmortales:
alfaguara donde acudían
las gacelas de los  primeros años
a beber de sus aguas,
aún puras del  fuego y las heridas.

domingo, 15 de mayo de 2016

AUTORES: Juan Emilio Ríos Vera, Aicha Bassry, Fatima Zahra Bennis, Soledad Iranzo, Filomena Romero, Encarna Lara,Pilar Quirosa Cheyrouze León Cohen Mesonero,Teresa Iturriaga Osa... (pag. autores)


 Juan Emilio Ríos Vera

JUAN EMILIO RÍOS VERA. Licenciado en Filología Hispánica
e investigador suficiente por la Universidad de Cádiz es
actualmente presidente del Ateneo "José Román" de Algeciras,
presidente de la sección VI del Instituto de Estudios Campo-
gibraltareños y Delegado del PSOE en materia de memoria histórica en el Campo de Gibraltar.
Como poeta ha publicado numerosos poemarios entre los que
destacan: "El exquisito cadáver de la rosa", “Poeta en alerta”,
“El jardín de los suspiros” o “Engendros de la ira”.
Como narrador ha publicado dos libros de relatos “El cementerio
de los suicidas” y “El caserón de la malmuerta” y uno de artículos periodísticos “La última columna antes del precipicio”.
Como ensayista ha publicado: “Haiku” y “El alcohol en la Lite-
ratura, la historia y la publicidad.
Entres sus distinciones destaca haber sido finalista en tres
ocasiones al premio nacional de poesía de ciencia ficción y
fantasía y haber obtenido el Premio de poesía “Luz” en 1999, el Premio de Iniciativas Culturales de la Universidad de Cádiz en 2.000 y el “Aljabibe” en 2012.
En 2013 le fue concedido el Escudo de Oro de la Unión Nacional de Escritores de España.

En 2014 fue nombrado “Caza estigmas” por su implicación en la lucha contra la enfermedad mental.
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BELLEZA
           Vivimos en la deriva,
           en el naufragio de las ideas
           y en los estercoleros
           donde claudica a diario
           la belleza.
           Estamos apabullados
           por la estridencia,
           acorralados por la violencia
           y la zafiedad más exasperante,
           maniatados por la injusticia,
           maltratados por el látigo
           de la envidia y del odio implacable.
           Ante este panorama desolador
           y frustrante,
           la cultura es mi paraíso,
           la única razón de mi penosa existencia,
           y la belleza
           mi única religión,
           mi único dios,
           mi única bandera,
           la única protesta
           que merece la pena
           en este asqueroso mundo.

Del libro inédito: “La única protesta que merece la pena”                                  6/2/02
                                                                        *****************

"Muchacho de mirada de vírgen, yo te persigo
         pero no me escuchas. No sabes que de mi alma
         llevas las riendas".

                          Anacreonte (570-488 a.C)

              Al galope voy de tus latidos,
              oh, muchacho virginal a quien
              persiguen mis ansias y mi aliento
              desbocado, que no sabe de treguas
              ni de recesos.
              Yo, Anacreonte, poeta laureado,
              no sé convertir en palabras
              mi desasosiego ni atino a componer
              versos que sean fieles a mis deseos
              ni a la fiebre que me asalta en medio
              de la indigencia de la noche, de
              la intemperie de la soledad de
              un lecho frío donde peno, desnudo
              de tu cuerpo de carne lechal
              y pan ácimo.
              Tú, joven con quien invento
              encuentros lujuriosos en la trágicómica
              tramoya de mi mente quebradiza,
              tienes en tus manos mis días venideros,
              la paz de mi cuerpo que trémulo titila,
              el sosiego de mi aliento,
              el diapasón de mi latido.
              Yo no soy ya sino las ganas de yacer
              contigo, de sentir tus brazos
              en mi espalda, tu fuerza en mi caída,
              el empuje de tu lozanía exultante
              en la decrepitud de mi vigor desmayado
              que se bate en retirada
              como soplo de viento.

           Del libro inédito: “La carne y el verbo”
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    RAÍZ DE ORGASMO

              Carne que se despereza
              y acude a la imperiosa
              llamada del placer
              que no sabe de demoras.
              Se eriza el vello
              presagiando el roce
              cálido de unos labios
              carnosos y afrutados,
              la piel abre
              sus poros a cal y canto
              y la sangre
              se lanza a tumba abierta
              hacia las casas secretas
              del goce y la lujuria.
              Como se abre una rosa
              lentamente, disfrutando
              de cada movimiento,
              de cada latido,
              el pene va libando
              el ansia con sorbos
              delicados, regodeándose
              en todos los matices
              del sabor que anhela,
              y apriete pujante
              la tela que lo refrena
              pidiendo paso
              a sus urgencias.
              Se incendian las yemas
              de los dedos buscando ya
              las caricias que se auguran
              y los pies mudan
              su coraza de cuero
              en carne de membrillo
              y terciopelo.
              Acude el agua
              a los humedales
              y a los páramos
              olvidados del cuerpo
              y cada célula,
              cada centímetro
              de mi territorio
              se ofrece entusiasta
              al abrazo
              con la geografía
              complementaria
              de tu mapa físico
              tan exuberante,
              tan colmado de aventura
              y de placeres.
              Así la primera huella
              de tu dedo en la ancha
              meseta de mi espalda
              prenderá el pasto inflamado
              de mis ansias
              hacia el incandescente
              magma de mi orgasmo.

    
                         Del libro inédito: “Mapa físico”

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JUAN EMILIO RÍOS HA MUERTO


 Anoche, cuando hubo articulado la última palabra:
 "Cultura", él siempre diurno se hizo luz para siempre
 el cuerpo en debilidad de Juan Emilio Ríos Vera, poeta,
 buscador de belleza, soñador, sin haber aprendido
 a ganarse la vida ni a pilotar más que un olvidado
 triciclo que conociera en fotografías, inasequible
 al desaliento de exprimir cada momento y extraerle
 el jugo a la pasión a la que dedicó su vida: la creatividad
 humana en todas sus disciplinas, sin encontrarle acomodo
 a las cosas que amaba y sin haber satisfecho su apetito de
 trabajar en lo único que sabía hacer.
 La capilla ardiente se apagará cuando nadie sepa ya que
 pobló las calles de los sueños y las utopías y que dejó
 poemas escritos para aliviar la soledad en noches largas
 de insomnio y pesadillas.
 Todo lo que fue se lo llevó puesto. Sus pertenencias dejó
 dicho que fueran repartidas entre los pobres de espíritu
 y los faltos de aventuras y de emociones fuertes.
 La que fue su casa que no era suya pertenecerá abierta hasta
 agotar existencias.
 ¡Entra y coge un libro! Será la mejor forma de honrar su memoria.

 Dejó dicho que quemaran su cuerpo y que sus escritos se
 reeditaran con sus últimos ahorros para que quedara su palabra
 viva entre los poetas y los amantes de la poesía.
 Siempre quiso que uno, al menos, de sus versos sobreviviera a
 su recuerdo y se hiciera inmortal, clásico, perenne en las
 conciencias.
 Hasta su último aliento luchó por conseguirlo.
 Sólo el tiempo nos desvelará si logró su sueño, su meta, su
 razón de existir.


Del libro inédito: “Juan Emilio Ríos ha muerto”

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Algeciras


Una vez me pasó 
la vida con su ritmo cotidiano,
veloces palabras y argumentos,
el aire, que si cambia es el mismo. 
No sé en qué ciudad
hace tiempo rompí todos mis mapas,
cansada ya de encontrar un destino
cuyo nombre es el nombre del retorno. 


Una vez me pasó
al mirar la vida desde fuera,
encontré que miraba 
el levante sin fin en el estrecho


Una vez me pasó,
al mirar otro mar con otra orilla:
pertenezco a las rocas que en la tarde
cambian la luz de nuestro Rinconcillo. 
Una vez me pasó.

                                      Soledad Iranzo Bel

                                        
                                          Bahía de Algecira
                                              ******************
     Paloma Fernández Gomá


                                        

                                                                                                                                                                                                                                        A José Luis Cano

Bahía soñadora de reflejos

por calles donde la maroma y la brea
envolvieron el agua
en otoños de nostalgia;
para ser gaviota de extensas alas
anidando tierra adentro.

Dorada arena aquella, la del Rinconcillo,
solitaria de sonetos,
que escribiera José Luis Cano
en sus plácidas tardes de conchas
y adolescencia.

Azulejería de ocres y añiles
sobrevuelan palomas marineras,
que al aliento verde de los naranjos
escuchan de los barcos las sirenas,
cuando arriban a puerto.


                                             Paloma Fernández Gomá 
                                                                   Algeciras 1993      

       Plaza Alta de Algeciras  


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