lunes, 30 de abril de 2012

Concierto de Ramón Tarrío en la presentación del CD Ángeles del desierto en el edificio Kursaal en la Fundación Dos Orillas. Algeciras.
El CD Ángeles del desierto está musicalizado por el cantautor Ramón Rarrío y contienen los poemas de Paloma Fernández Gomá. Es un buen trabajo que quiere acercar con la música y la poesía las dos orillas que se contemplan desde el Estrecho de Gibraltar. Existe en el CD una fusión de notas y palabras  que llevan un mensaje de amistad y acercamiento. Lástima que este trabajo llevado a cabo por Ramón Tarrío y los demás músicos que le acopañaron en su tarea intercultural no haya obtenido la repercusión que se merece, tanto en España como en Marruecos y en todos los niveles, tanto universitarios como culturales.

sábado, 21 de abril de 2012

Foto del jurado de Poesía  del Premio de la  Crítica de Andalucía 2012
El Jurado, constituido por los escritores, críticos literarios, periodistas y profesores de Universidad Francisco Morales Lomas, Manuel Gahete, Antonio Hernández, Antonio Garrido Moraga, Antonio Enrique, José María Barrera, José Sarria, Rosa Díaz, José García Pérez, Paloma Fernández Gomá, Pilar Quirosa-Cheyrouze, José Antonio Santano, Juan Gaitán, Rafael Cortés, Alejandro Luque, Rafael de Cózar y Carlos Clementson, concede el XVIII PREMIO ANDALUCÍA DE LA CRÍTICA DE POESÍA a la obra Un Girasol flotante de Antonio Carvajal.

Foto deljurado de Narrativa del  Premio de la  Crítica de Andalucía 2012
Igualmente, el Jurado ha decidido conceder el XVIII PREMIO ANDALUCIA DE LA CRITICA DE NARRATIVA a la obra Vidas prometidas de la que es autor Guillermo Busutil.
El Premio Ópera Prima  fue para el escritor cordobés FRANCISCO ONIEVA por su obra Los que miran el frío.
 .

domingo, 15 de abril de 2012

ÁNGELES

La sola voz del ángel azul
germinó el réquiem
que hubo de quedar tapizando
el hueco de la luz.

Y una esfera de arabescos delimitó
la realidad de algunos iniciados
que hubieron de auspiciar
la profecía
en los pasos que preceden
a la hora del declive.

Acaso hubo un néctar imposible
adherido a la carne
para mostrar la luminaria de los espejos
que desafía el cerco del agua
o la médula del tiempo,
anclada junto a lagunas extensas
donde se rinden las venas
y pulula la nave del céfiro
en el júbilo del retorno.


                                     De  Ángeles del desierto. 2007



ÁNGELES CROMADOS

 Ángeles que quiebran su dolor en la noche
agonizando en el aliento de la tormenta,
urdiendo sobre los montes
encubiertas rendijas
veladas por la luz, que se desplaza;
si acaso el aceite de las lámparas
fuese rumor de vigilia
o vértigo de sombras
que cruzan en solitario el vacío de naves,
aluvión de muérdago que se precipita
sobre el desaliento de alondras
circundando el humus
más antiguo
o el rigor de los años
anegando las gargantas con el óxido
que perfila su eco trasnochado.
                  
                  *

Ángeles custodios permanecerán
en dilatante espera
tornando su mirada
hacia la ausencia que sólo presagia vacío.


Ángeles dorados imantaron el ocaso
con su núbil acento,


acercando el eco de sus alas
más allá de los altares.

                                               De Ángeles del desierto. 2007



ÁNGELES DEL DESIERTO

Aquella luz perdida en la arena
fue trasladad por ángeles
hasta el brocal del pozo
y fue céfiro, el agua que brotó
para calmar la sed el que camina.

Más allá de las estrellas
se rinde la noche del acero.
cuando la menta se vuelve ajena.

A veces acude el ángel de pies descalzos
y deja su huella en los surcos;
con sus plantas de otoño vivaz
precipita
el espejismo de la lluvia,
faz luminosa de extensos cuencos
que inunda poblados
y extiende círculos
en cordeles de añil y cíngulos,
que siembran el néctar de muchas tardes.

Llegará la sombra ajada de tiempo,
salpicando sobre la arena
el almizcle de su perfume
y las dunas recuperarán
la voz de los lagos,

en una insólita letanía.

El brío de gacelas fue conducido
hasta los cántaros que aguardaban el regreso
de ángeles exhaustos de calima.

Todo el azahar se vuelve agua
bajo las plantas del amanecer,
núbil firmamento en espera de alas
que turbarán el viento
y ceñirán las sendas.



El ámbar se nutre de luz
y el caminante reposa
cerca del manantial,
húmedo cuenco
a la sombra de palmeras.

El fulgor de las estrellas
contemplará oasis de templanza,
germen de todas las palabras
que acuñan compartir la mirada.

Si en los labios se depositan racimos de almíbar,
cabalgarán los jinetes de la arena
esparciendo la fruta del sustento,
baraka que colma cántaros de sed

cuando los ángeles del desierto hayan descendido
para hacer sus ofrendas.


                                                            De Ángeles del desierto. 2007

                                               ( poema que da título al libro )


ÚNICA AUSENCIA

Luna de escarcha sobre la alberca
imantando el silencio de los que se fueron
en esferas de astros que agitan el entorno
de sus órbitas, hasta esbozar la tibia ausencia
que dejan los ausentes.

Todo el silencio se tiñe de gris
penetrando el surco emprendido
hacia la extraña dimensión de los artífices
de sueños, vendando sus ojos
con la gloria pasajera que los contuvo
junto al risco maleable de su momento.

La llaga detenida no alimenta el iris,
socava la espesura, dejando un rastro
oculto de atolones marchitos
sobre lo estanques y acaba ciñendo
el reflejo  distante de ciertas pavesas
que tardaron en extinguirse.

Cántaros de luz precipitan
el éxtasis desde los arrecifes
dilatando las dovelas de los arcos,
en aliento sostenido, desde el Darro
hasta el Generalife.

                                    De Acercando orillas. 2008

AL – ANDALUS

Luz que esquiva todas las sombras
con su única voz de  herida reciente
vertiendo el sándalo y el almizcle
de otros días sobre su rastro quebrado,
último rezo que acentúa la perífrasis
de connotaciones astrales, detenidas
en el reflejo del estanque.
Ojivas y alabastro de Oriente,
la  luz desmembrada por los plateros
asomando sobre las tapias de los cármenes
conducen la eterna letanía de un tiempo
habitado por la distancia de los aljibes
en parámetros de humedad, si el eco del agua
sostuviera  el cristal de su inercia, explorando
recintos acotados de azahar.

La ignota  llama de las lámparas es guía
obligada de los recorridos por la Alambra,
única compañera del mirto reverdecido
que corona la ausencia de un tiempo
tridimensional donde el azogue condujo
la llamada de la campana,
la inercia del minarete desde su altura
y el canto unísono de la sinagoga.

Lucernas marchitas de ausencia
reclaman la voz del mirto sobre el agua,
vasijas de aceite para sus noches
y un ademán de conciliación
para nuestro tiempo.


                                             De Acercando orillas. 2008

lunes, 9 de abril de 2012

Enlace de interés para todos aquellos que estén interesados en las relaciones socioculturales entre España y Marruecos. El congreso se celebra en la universidad de Jaén y cuenta con la intervención de pretigiosos profesores y eruditos  en esta materia.

http://batallanavasdetolosa.es/es/congreso-batalla-navas-de-tolosa/avance-de-programa.html