domingo, 22 de enero de 2017

LEER EN PÁGINA: TRINA MERCADER EN EL RECUERDO, GRACIAS A FERNANDO DE ÁGREDA.

Estimados  amigos:  Los números XIX-XX de  la revista Dos Orillas están ya en la  web de la revista http://www.revistadosorillas.com  para que los  puedas leer. Espero que sea de vuestro interés  y agrado. 
El webmaster de la revista es el  cantautor campogibraltareño y residente en Ceuta Ramón Tarrío.


Hace unos días, con motivo de la presentación de la revista Dos Orillas, que recoge los números XIX-XX, recibí este correo de Fernando de Ágreda, amigo y prestigioso arabista, habitual colaborador de la revista Dos Orillas. Reproduzco su correo como reconocimiento a su dedicación y estudio sobre Trina Mercader,  figura indispensable a la hora de hablar de las revistas literarias dedicadas al hispanismo marroquí, como fue el caso de Al-Motamid, de la que Trina fue su directora y alma mater.

Me alegra esta noticia querida Paloma: que siga adelante esta revista "Dos orillas"en la que hemos colaborado con mucha ilusión.

Un fuerte abrazo, con este recuerdo de Trina Mercader,

Fernando

Carta a Estrella Perez de Amar (1)



Carta a Estrella Perez de Amar (2)
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Trina Mercader y la familia Balaguer, sus primos y sobrinos

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Trina Mercader en el hotel Tirol de Madrid
CD con el contenido de todas las revistas Al-Motamid desde el año 1947 al año 1956



Revista Al-Motamid. Larache, junio de 1952

 
Dora Bacaicoa, Vicente Aleixandre y Trina Mercader. Homenaje a Vicente Aleixandre en Tetuán, 1953.
                                                            ****************
Primeras cartas de Trina  Mercader, las dirigidas a su amiga y colaboradora Amina Loh en agosto de 1955 ( por gentileza de Fernando de Ágreda).







AL-MOTAMID Y LOS POETAS MARROQUÍES


A mi buen amigo Mohammed Anakar, animado por su apoyo cordial.

La reciente publicación del estudio de Sonia Fernández Hoyos titulado: Una estética de la alteridad: la obra de Trina Mercader, realizada con la Beca de investigación “Miguel Fernández” 2004 es una buena ocasión para ampliar los campos que nos ofrece la obra literaria de Trina Mercader. Como poeta y como impulsora de una revista literaria que fue el Norte de su vida como ella misma ha dejado dicho en sus escritos.

Conocíamos el proyecto del trabajo que había iniciado Sonia Fernández Hoyos y que afortunadamente ha sido editado por las ediciones de la UNED,, en la colección “Varia”; 348 páginas, con anexos documentales (poemas autógrafos e inéditos de Trina Mercader; dibujos asimismo inéditos, fotografías que recogen varias escenas de Trina junto a los poetas de su entorno, y la reproducción de varias portadas de la revista)..

 Nos puso en contacto un buen amigo y excelente conocedor – y coprotagonista – de aquella “aventura literaria” que creó nuestra inolvidable Trina: Jacinto López Gorgé, muy unido a la familia de nuestra autora.  Sonia es una joven melillense que se ha licenciado en Filología Hispánica y en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada por la Universidad de Granada. Ha ampliado sus estudios en la universidad de Nueva York y actualmente prepara su tesis doctoral sobre la obra de otra gran escritora: Carmen Martín Gaite.

El citado estudio viene prologado por José Romera Castillo, catedrático de Literatura Española y director del Departamento de Literatura Española y Teoría de la Literatura, buen especialista en el tema que estudia la autora . La “estética de la alteridad” es un campo en el que ha puesto de relieve y descubierto facetas de  un documento tan valioso como fue la obra de Trina Mercader en Marruecos.

El índice nos da las pistas oportunas para conocer ampliamente la personalidad de Trina de una parte y de otra la proyección de su obra: la revista Al-Motamid. Verso y Prosa (Larache, 1947-Tetuán, 1956).

Es sabido el motivo de la residencia en Larache donde Trina trabajó como funcionaria de la municipalidad hasta su traslado a Tetuán, tras una breve estancia en la antigua Villasanjurjo (actual Alhucemas). En aquella ciudad tan provinciana y con las escasas actividades culturales que se producían, Trina decide iniciar “un mundo a solas” impulsando la comunicación con los escritores marroquíes y con los propios poetas españoles tan lejanos. La búsqueda de contactos, la relación con otras revistas literarias será el motor que impulse su propia actividad creadora.

A finales de 1992 me dirigí a las personas que habían conocido o tratado directamente a Trina con el deseo de conocer datos personales sobre su vida y su obra, como ya lo había hecho anteriormente, me refiero a la correspondencia y a los contactos mantenidos con María y Bonifacio Balaguer, primos de Trina, que vivían en Alicante y, por otra parte, con Estrella Pérez de Amar, tan buen amiga y admiradora de Trina; conservo, por ejemplo, las amables respuestas de varias personas muy significativas por sus vivencias directas de aquella época. Miguel Tarradell, arqueólogo, catedrático de la Universidad de Valencia y exdirector del Servicio de Arqueología de Tetuán conocido por sus trabajos de campo en Tetuán que ha publicado varias obras (Historia de Marruecos. Marruecos púnico, Universidad de Rabat, Facultad de Letras e Instituto Muley El-Hasan, 1960; Arte Ibérico, Barcelona, 1968) así como artículos de investigación en revistas (Hespéris-Tamuda, Cuadernos de la Biblioteca Española de Tetuán)de su especialidad, me decía:

“...Me hizo ilusión comprobar que alguien se acuerda de Trina Mercader, que bien se lo merece. Por cierto que hace años que le he perdido la pista. ¿Me podría indicar su domicilio en Granada, si es que sigue allí? No pienso – y lo siento – que pueda darle información útil para su propósito. Completamente de acuerdo con Ud. que “aquel espíritu de solidaridad que intentó la empresa de Trina merece ser recordado”.

“Precisamente yo le apreciaba mucho, entre otras razones, porque admiraba su aventura utópica.”

“Viví de cerca el vacío de su aventura, que era mayor de lo que ella, con su ilusión era capaz de darse cuenta. Era admirable su ilusión, que prácticamente no compartía, digamos, nadie. En el ambiente mortecino, sub-provinciano de Larache, lanzar una revista de poesía era de un heroísmo inaudito. Buena parte de los poetas españoles colaboraban, simplemente, porque era una manera de publicar sus textos. Los marroquíes eran reticentes, porque si entonces la palabra “colonialismo” era poco divulgada, el concepto si. Yo procuraba callarle lo que veía para no cortar su ilusión, pero era consciente del vacío en el que se movía su idea inicial, a pesar de su tesón.”

“Si ahora se lo confieso a usted es para que en su trabajo insinúe el problema de su soledad – que a mi me impresionaba – y valore al máximo de lo que tuvo de aventura noblemente quijotesca. Todo lo que indique en este sentido será poco, y se lo digo como un testimonio directo de aquellos años.”

“No puedo explicarle detalles útiles sobre Al-Motamid. Vivíamos a cien kilómetros de distancia, y yo no era literato, sino arqueólogo. Por otra parte la revista era Trina, y solo Trina, que se la montaba a través de su activa correspondencia, desde su soledad de Larache. Cuando pasó a Tetuán, yo ya terminé mi época marroquí”.

Otro buen amigo de Trina y promotor de sus inquietudes poéticas – el mismo que animaría y hasta ideó el título de la revista Al-Motamid – fue Cesáreo Rodríguez Aguilera. Figura destacada en el mundo de la judicatura, catedrático de Ciencias Políticas, crítico de arte, que ha fallecido en Barcelona,, donde residía, recientemente, el pasado 11 de noviembre de 2006. A este ilustre magistrado me dirigí  y conservo su amable respuesta, manuscrita también,  fechada en Barcelona, el 6 de enero de 1993: recogeré de la misma los párrafos más significativos en relación con el tema que nos ocupa:

“Viví 4 años en Marruecos – del 42 al 46 – y allí conocí a Trina Mercader. La forma en que el hecho ocurrió la acabo de resumir en un texto “Memoria cultural” que me ha encargado una revista, en la que aparecerá el año que viene o el siguiente .”(1)

“Mis textos literarios marroquíes no los tengo recopilados. Algunos poemas están en mi “Antología breve”, de Plaza-Janés, hoy agotada. Recientemente López Gorgé ha incluido uno de ellos en su obra “Marruecos en la poesía española contemporánea”, Ediciones A. Ubago, 1990.”

“Con Trina Mercader mantuve una buena relación amistosa durante mis años de residencia en Marruecos. Después sólo coincidí con ella en el Congreso de Poesía de Salamanca, en los años 50. Estoy a su disposición para darle los datos que me solicite y mantenga mi memoria. Si viniera por Barcelona la cosa resultaría fácil.”

Estos testimonios adquieren un valor especial indudablemente y deseo rendir homenaje de gratitud a sus autores. Su generosidad me ha animado a proseguir esta tarea de dar a conocer ese mundo tan personal que nos refieren.

Recordaremos  los párrafos que Rodríguez-Aguilera dedicó a Trina en aquella “Memoria” a la que se refería en su carta:

“Con el pseudónimo de “Al-Motamid” firmo algunos artículos y relatos en publicaciones locales, que me relacionan con cuantos, españoles o no, tienen allí las mismas inclinaciones. Un día descubro en Larache a una tímida muchacha que me entrega unos deliciosos poemas en prosa, “que no ha enseñado a nadie”. Sin advertirla, hago que uno de ellos aparezca en la sección literaria de una publicación local, firmado con el pseudónimo de “Tìmida”. La sorpresa produjo el efecto que me había propuesto. A partir de entonces reiteró sus publicaciones. Tras mi regreso a la península, el proyecto de lanzar en común una revista de poesía (muy frecuentes en aquella época), en la que pudieran encontrarse españoles y marroquíes, acabó siendo la revista “Al-Motamid”, de Trina Mercader, en la que apenas pude colaborar”. 

Recordaremos a propósito el testimonio del gran poeta Rafael Guillén (www.rafaelguillen.com) que me escribía desde Granada el 8 de enero de 1993

”En efecto, tal como le ha dicho Jacinto, gocé de la amistad de Trina Mercader desde que se vino a vivir a Granada hasta su muerte, si bien en los últimos años su retiro voluntario, dedicado al cuidado de su madre, la tenía totalmente aislada”.

“Trina alcanzó una altura en su poesía, depurada y ascética, que aún no se le ha reconocido. Sabía conjugar su profunda espiritualidad y sentido religioso de la vida con una extrema sensibilidad en el contacto con la naturaleza, en su relación con las cosas materiales y en su entorno afectivo. Profesaba la humildad conscientemente, como tratando de ocultar una valía y un brillo del que se sabía poseedora. Y en la expresión poética de sus afanes y sentimientos, trabajaba la palabra con dedicación y maestría”.

“Cuando en este final de siglo gran parte de la poesía se ha degradado por falta de valores humanos en su contenido y por dejadez y vulgaridad en su expresión, es un consuelo y un deleite releer la obra de Trina Mercader y sentir el orgullo de haber gozado de su amistad que, desde la perspectiva de su muerte, vemos que nunca pudimos llegar a corresponder lo bastante”.





¿Quíén era ´Abd-El-Káder El Mokaddam?

Decía Trina Mercader entre sus recuerdos de la experiencia de convivencia cultural en Marruecos que había significado la revista Al-Motamid (junto a la colección de libros “Itimad” aneja a la revista)(2):

“El proyecto se lleva a cabo con una pobreza de medios que contrasta con la ambición que lo mueve. La empresa era original, sin antecedentes. Conocíamos a un solo poeta musulmán marroquí, Abdel-Káder El Mokaddam, residente en Tánger, al que ofrecimos las páginas centrales como muestra de preferencia por lo árabe...”.

Y efectivamente fue así: el primer número de Al-Motamid. Verso  y Prosa , publicado en Larache en marzo de 1947, incluía el poema “Las gotas de rocío” que según se señalaba pertenecía al libro inédito Visiones(o fulgores) de la esperanza (Lamahat al-amal).  El poema se publicaba en las dos lenguas, árabe (metro jafif) y español recogiendo la versión castellana del propio autor.

LAS GOTAS DE ROCÍO

El sol se pone detrás de  las ramas,
Después de un breve momento de divina paz!

La oscuridad lo ha cubierto todo
Y los paisajes han ido esfumándose a los ojos...

¡Es ahora cuando vuelven los seres que huyeron del peligro de la muerte!

¡Las gotas de rocío caen, leves, sobre los jardines,
enlazándose lentamente a las ramas!

¡Son como perlas sobre el seno de las bellas que cautivan corazones!

¡La brisa suave arrastra
perfume de jardines hacia todo corazón entristecido!

                                   *   *   *

¡La aurora llega con dulces esperanzas
y el jardín sonríe, descubriendo su belleza hasta el éxtasis!

* *  *
 Como lágrimas de unos ojos, resbalan lentamente las gotas de rocío sobre los pétalos!
Y esta alegría aumenta la pasión de los pájaros, haciéndoles cantar maravillosas canciones.
¡Se acercan los rayos del sol!
¡Ya pintan con su color los más bellos matices!
¡Pero abrasadas, se deshacen
aquellas gotas que coronaban los jazmines!

¡Cómo se desvanecen las almas del rocío, hacia su origen, en el impetuoso aire del jardín!

Ya en el número 4 del mismo año (Junio, 1947) se publican dos nuevos poemas de nuestro autor: “Un viaje por el cielo (en la noche profunda)” y “Las flores olvidadas (paisajes de abril)” del diván Ashlá wa asdá (“Trozos y ecos”):

Del mismo año y en el número 7, del mes de septiembre, encontramos el poema “La luna (en la soledad de la noche)” también en las dos lenguas. En este mismo número figura el poema “El ancho mundo”, en árabe con versión castellana de su autor: otro poeta casi desconocido para nosotros: Idris El Yá`i.

En octubre del mismo año, es decir en el número siguiente, el  8,   de 1947, figura otro poema del ya citado poemario “Trozos y ecos”, titulado “Diálogo con el amor”, siempre en versión bilingüe . Podemos leer asimismo el poema de Idris El Yá`i: “Salutación  fervorosa los poetas de Madrid” (Tahiyya ´atifiyya li-shu´ará Madrid).

En estos años se mantenía la colaboración de Dris Diuri, compañero de trabajo de Trina, como eficaz traductor del árabe pero, cosa que nos parece extraña, no siempre aparecía su nombre en la relación de los colaboradores de la revista. En el consejo de dirección figuraría su nombre en el número 12, febrero de 1948, junto a Jacinto López Gorgé, Pío Gómez Nisa, Eladio Sos y Juan Guerrero Zamora.

En este número que hemos citado, 12, de febrero de 1948, encontramos el poema “Quejas de una choza”, en las dos lenguas. Se cita, además, que pertenecía al diván de próxima aparición: Lamahat al-amal , al que nos referiremos después.

Se trata del número 13, marzo de 1948: encontramos el poema del mismo ´Abdelkader El Mokaddam titulado “Noche triste” (Layl ka`ib..!), traducido, según se señala al final, por “el Grupo de Traductores de la Revista”. Y ya en la última página dedicada a dar “Noticias” y reseñas breves podemos leer, en español y en árabe, las líneas siguientes:
“Nuestro joven poeta marroquí Abd-el-kader El Mokaddam ha publicado  su primer libro de versos Visiones de la esperanza , editado en Tetuán, (3)  Lamentamos la falta de versión castellana del mismo, ya que Mokaddam  cuenta con numerosos lectores en la Península, que siguen sus bellos poemas a través de AL-MOTAMID”.

Seguimos repasando los números de la revista para encontrar más noticias de este poco conocido escritor: y será tiempo después, en el número 16 de la revista (1949) – ya no figura el consejo de redacción (problemas que surgirían por aquellos días y que se explican en la obra de Sonia Fernández Hoyos) pero se dan los nombres del “grupo traductor de árabe” y que integraban Dris Diuri y Ahmed Tadlaui – donde encontramos otros versos de Mokaddam bajo el título de “La flor de los sueños (del mar de la vida)”, de nuevo en ambas lenguas .

La buena relación que mantenía nuestro poeta con la revista y en especial con su directora, Trina Mercader, se aprecia en los números siguientes: así en el correspondiente a julio de 1949 (es decir el número 18) conocemos la reunión de los poetas en el mes de mayo durante las fiestas que se celebraron con motivo de la boda de “S.A.I. el Jalifa. Asistieron los poetas Pío Gómez Nisa y Jacinto López Gorgé en representación de la Revista “Manantial”; Trina Mercader, Abdelkader Mokadddam y Eladio Sos como grupo de AL-MOTAMID y los poetas de Tetuán Nayib Abumalham, Ibrahim el Ilgui, Vicente Recio y Manuel García Sañudo...”.

Uno de los aspectos más interesantes del libro que hemos podido conocer gracias a la amabilidad de su autora, Sonia Fernández Hoyos, es el apéndice documental donde encontramos fotografías preciosas y, entre ellas, las que reflejan la reunión  que se celebró en Tetuán y que acabamos de comentar. Así podemos conocer a nuestro autor junto a algunos de los poetas citados.

Quizá entonces leyera Mokaddam el poema titulado “La reina dela primavera”, fechado el 15 de mayo de 1949,  que viene también en las dos lenguas en el número 19, noviembre de 1949, En este número se publica además el texto, con traducción al español, del gran erudito que fue ´Abd Allah Guennún en respuesta a la encuesta titulada “En busca de la joven poesía de Marruecos”. Se titula: “¿Está la poesía en decadencia?” y en el mismo refiere la visita que le hicieron la propia Trina con su amiga Antonia Coslado para hablar de la poesía y otros temas literarios. En la reunión, dice Guennún, les acompañaba el poeta Abdelkader el-Mokaddam...

Otros poemas de Mokaddam aparecerían en los siguientes números de la revista: “El pájaro constructor (de lo que ocurre en la vida)”, en el número 20 (abril, 1950); “La Pascua”, en el número 23(junio, 1951), que finaliza con este verso:
“¡Que viva nuestro Jalifa, porque su amor para con su pueblo es como un bálsamo extendido sobre las muchedumbres! 

Y, por último, el titulado “Ramillete” en el número 33, correspondiente a los meses de enero-marzo de 1956: es decir en el último número de la revista, cuando ya se publicaba en Tetuán. En esta ocasión sólo figura la versión española, cosa excepcional pues anteriormente, como ya señalamos,  siempre se publicaban los versos de Mokaddam en las dos lenguas.

No podemos olvidar este hecho, es decir el cambio que supuso el traslado de Trina a Tetuán donde ya se publicaron los siguientes números de la revista a partir del mes de marzo de 1953. Precisamente en el número 26 de la misma, fechado en agosto de aquel año aparece la entrañable “Carta marroquí” de Vicente Aleixandre. En la misma se plasmaban los recuerdos de nuestro gran poeta tras su reciente visita a varias ciudades marroquíes: Tánger, Xáuen y Tetuán.

Recordaremos algunos párrafos de aquel texto inolvidable por los datos que nos ofrece:

“¿Se acuerda usted? Íbamos conversando. A mi me gustaba oír el habla arábiga, a veces suave, a veces de algarabía fresca, a veces de apenas murmullo. Ahmad Al-Bakkali y Jacinto, uno a cada lado mío, me iban diciendo (...) Uno propuso que nos sentáramos antes, y me acuerdo que así lo hicimos (...)Quizá fue aquella hora, amiga mía, lo que hoy es el mejor recuerdo de Marruecos. Alrededor de aquel tablero, recién salidos de la ciudad pura musulmana, estaban el poeta Mohamed Sabbag; a su lado Ramón Valdés, el incipiente lírico español marroquí; a continuación el poeta de Arcila, Ahmad Al-Bakkali (...)a mi lado; Miguel Fernández o Francisco Salgueiro, o su espíritu evocado, podían haberle hablado a Abdelkáder Al-Mokaddam, el poeta que por la mañana, tímido y con un halo de silencio, se me había acercado en Tánger traído por la mano de usted (...).

Aquellas palabras de Aleixandre – el mejor recuerdo, decía, que se llevaría de Marruecos -  venían a confirmar el espíritu que alentaba a Trina y a su revista AL-MOTAMID: “veía yo las cabezas de los poetas musulmanes y de los poetas hispanomarroquíes que fraternizaban y se comunicaban, como la misma poesía de cada uno se comunica con el fraterno corazón de los hombres a quienes se dirige”

Por lo demás tan sólo nos queda añadir las noticias extraídas de la misma revista y que se referían a los recitales de Manuel Pinillos en Radio Zaragoza (julio y diciembre de 1949) titulados “Presencia y promesa de Marruecos” y “Puerta de África, ojos de Europa” y “En busca de una poesía marroquí” en los que se leyeron poemas de Mokaddam, Ibrahim El Ilgui y otros autores relacionados con las revistas AL-MOTAMID y MANANTIAL.

En el número 21 (julio de 1950) aparece asimismo la noticia de la conferencia pronunciada por el poeta Jose Mª Rodríguez Méndez en el Seminario de Literatura “Juan Boscán” del Instituto de Estudios Hispánicos de Barcelona sobre “La poesía hispanomarroquí actual”. En la misma se leyeron poemas de Trina Marcader, de Ibrahim El Ilgui, de Idris El Yai y de nuestro Abdelkáder El Mokaddam.

RECUERDOS PERSONALES

En noviembre de 1978 escribi a Abdelkader El Mokaddam, a la dirección de Radio Tánger que me había facilitado el conocido poeta de Cháuen ´Abdelkarim Tabbal. Recuerdo sus atentas respuestas de finales de aquel año (su dirección postal era: 3, Calle Descartes, en Tánger) en las que se refería al trabajo sobre Vicente Aleixandre que estaba estudiando entonces, cuando trabajábamos en el antiguo Instituto Hispano-Árabe de Cultura.(4)

Se excusaba por haber tardado en contestar a mi carta y me hablaba de un reciente viaje a Barcelona, para participar en el congreso islámico allí celebrado. “Me permito recordarle que puesto que se trata de tan gran hombre como es Aleixandre insista sobre su persona humana y su obra que aporta al hombre...En otro sentido está la cuestión humana presentada en un bello cuadro poético...Podría usted contactar también con el Sr. Mohamed El Bouanani en la Radiodifusión Televisión Marroquí en Rabat”, decía en su carta. Me pedía, para finalizar, la dirección de “nuestras amigas comunes las poetisas Antonia Coslado Arévalo y Trina Mercader fundadoras de AL-MOTAMID con mi participación”. Es todo lo que recuerdo de nuestra comunicación. ¿Recibiría Trina la carta de su antiguo amigo (acaso con nostalgia, la que parecería apropiada al recuperar las noticias de un antiguo amigo y colaborador)?

TRINA MERCADER Y LOS POETAS MARROQUÍES

Otro aspecto de la obra de Sonia Fernández Hoyos que desearíamos ampliar es la colaboración de Trina Mercader con los poetas marroquíes. Recordamos especialmente la actividad de los traductores que se encargaron de las páginas árabes de la revista Al-Motamid. Dris Diuri, sobre el que tratamos en nuestra comunicación titulada “Dris Diuri y la revista “Al-Motamid” (Trina Mercader). Una aventura utópica” presentada en las Jornadas de la Asociación “Larache en el Mundo”, que dirige nuestro amigo Sergio Barce, en agosto de 2006, en Larache, (www.laracheenelmundo.com, La Gaceta Informativa de Larache, Número 5, Noviembre 2006, págs. 4-7)(5).

Mohammad Sabbag  del que Trina publicaría El árbol de fuego en Tetuán, 1954, primer libro de la colección “Itimad” aneja a la revista. La versión  al español era del propio autor y de Trina Mercader. Llevaba unas palabras de presentación de Vicente Aleixandre e incluía algún poema como el titulado “Ira de Dios” que había aparecido en la revista Caracola, número 22, agosto de 1954 en traducción de ´Abdel Latif Jatib y Trina Mercader. (6)

Es sabido que Trina Mercader contó con la colaboración de otros conocidos escritores, figuras destacadas del hispanismo marroquí,  que se encargaron de la parte árabe de su revista: Mohammed Ibn Ázzuz Hakim y Amina Al-Luh serían los nombres más recordados. Ahora quisiéramos referirnos a otro poeta marroquí: Ahmad Tribaq Al-Yadri que tuvo la amabilidad de contestar a nuestra carta en la que le solicitábamos noticias del ya citado ´Abdelqáder Al-Muqaddam.

Su respuesta se publicó en el número 1 de  la revista mensual Rawafid, Tetuán, febrero de 2006,  p. 25 con el título siguiente: “Hamilu liwá al-taydid fi shamal al-Magrib. 1-Al-shá`ir al-mu´tazil ´Abd al-Qádir al-Muqaddim” (Los portadores de la bandera de la renovación en el norte de Marruecos. 1- El poeta retirado (o aislado)....) que ha sido traducido al español por mi buen amigo Mohammed Anakar.
                                                                                                          
Y se refería entre otras cosas, tras disculparse por el retraso en contestar a mi carta por haber estado enfermo, al movimiento de renovación de la poesía marroquí, al que perteneció Mokaddam – tal como era conocido su nombre – desde los años 40: cuando publicó su poemario “Los fulgores de la esperanza” en 1948, tal como dijimos más arri-  ba. Entonces publicó en revistas marroquíes como Da´wat al-Haqq y Risalat al-Magrib, y periódicos, como Al-Mithaq.  Trabajó en la Escuela Islámica y privada (Madrasa al-islamiyya al-hurra) de ´Abdallah Guennún, en la Alcazaba tangerina. Luego pasaría al campo de la información radiofónica. “Durante la década de los setenta se le podía ver caminando apresuradamente, tras abandonar su trabajo en la emisora, para dirgirse algunas veces a la librería Alfarabi donde indagaba por el nuevo número de la serie “La Pequeña Enciclopedia” que se vendía por menos de medio dirham. Luego se pasaba a saludar a su amigo Mohammed ´Allal al-Sinhayi, el dueño de la librería antes de regresar a su casa, en el camino de Ibn Al-Hayzam...Tuve la ocasión de visitarle en varias ocasiones y así pude comprender los motivos de  su aislamiento y las circunstancias de su retiro. Pensé en rescatar algunos poemas que me mostró dudando de que pensara en guardarlos después de oirle decir: “Todo es vano. Aquellos poemas son absurdos, de arriba abajo”, así juzgaba su legado poético. Algunas tardes pasaba por su casa y deploraba verle en tal situación, en su hermetismo y en su orgullosa postura...Le veía otras veces caminando para dirigirse a la mezquita Buhut, cercana a su casa. ¡Qué le vamos a hacer! La injusta vejez termina con nuestros poetas y les cubre el olvido, lo mismo pasó con su colega ´Abdelmalik Al-Bilguiti, otro poeta de aquellos mismos años (autor del “Ramo de poesía”, de 1947)  ¡Que Dios bendiga a los poetas olvidados!”. Y terminaba con palabras de agradecimiento por el recuerdo que le había dedicado.    





BIBLIOGRAFÍA AÑADIDA


Abdellah Djbilou: Florilegio poético sobre Al-Motamid. Selección e introducción de ... tetuán, Asociación Marroquí para los Estudios Andalusíes, 2005. (Incluye la “Elegía a Almotamid” de Trina Mercader)

´Abd Allah Hammadi: Al-Andalus bayna-l-hulm wa-l-haqiqa (Al-Andalus entre el sueño y la realudad) (Conversaciones con poetas andaluces). Constantina, Ediciones del Laboratorio de Literatura y Lingüística, 2004.

Ahmad ´Abd Al-´Aziz: Al-Magrib al-´arabi fi-l-shi´ir al-isbani al-mu´asir (“El Magreb árabe en la poesía española contemporánea”). El Cairo, 1989.

___________________: Al-Andalus fi-l-shi´ir al-isbani bá´d al-harb al-ahliyya (“Al-Andalus en la poesía española después de la guerra civil”) El Cairo, 1989 (3ª edición)

Fernando de Ágreda: “Recuerdos de Marruecos y de sus escritores”. Madrid, Revista Amanecer del nuevo siglo, Nº 120, Junio de 2001, págs. 76-77.

Rodolfo Gil Grimau: Aproximación a una bibliografía española sobre el Norte de África (1850-1980). Prólogo de Alfonso de la Serna. Madrid, Ministerio de Asuntos Exteriores, Dirección General de Relaciones Culturales, 1982.

“Homenaje a Trina Mercader y la revista Al-Motamid”. Institutos Cervantes de Marruecos, del 18 al 26 de marzo de 2003. Se ha recogido en un diskette la revista casi íntegramente, ordenada por las diferentes épocas en que se publicó.

Literatura y pensamiento marroquíes contemporáneos. Instituto Hispano-Árabe de Cultura-Facultad de Letras de Rabat. Serie “Antologías Nacionales”, III. Madrid, 1981. (Referencias de Muhammad Ibn ´Azzuz Hakim, Ahmad Literatura y pensamiento marroquíes contemporáneos Tribaq, Muhammad Sabbag, etc.)

Mª Dolores López Enamorado: Larache a través de los textos. Un viaje por la literatura y la historia Sevilla, Junta de Andalucía, 2004 (Incluye cuatro poemas y un relato dedicados a Larache por Trina Mercader).

Jacinto López Gorgé: “Memoria personal: Revistas y publicaciones literarias en el Marruecos español”. Málaga, Puertaoscura. Revista de Ultramarinos, nº 3-4, (1986) págs. 62- 65. Traducido al árabe por Idris Al-Masmudi en Mawasim. Revista trimestral de Cultura y Creación, Primavera, 1995.

Mohammed Bennis: Tahirat al-shi´r al-mu´asir fi-l-Magrib. Beirut, 1979

Mohammad Sabbag: Del fuego y de la luna y otros poemas (Antología). Selección, prólogo y notas de Jacinto López Gorgé. Madrid, colección “Adonais” 1990.

Mohamed Laabi: Voces de Larache. Edición, introducción y selección de .... Asociación de Escritores en lengua española (AEMLE) y Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), Tánger, 2006. (Incluye varios poemas dedicados a Larache por Trina Mercader).



                                                                       Fernando de Ágreda Burillo
                                                                       Enero del nuevo año, 2007








(1) Se refiere a la conocida revista ANTHROPOS,  de 1994, que publicó un monográfico dedicado a recoger los datos principales de su biografía, titulado: Cesáreo Rodríguez-Aguilera. Legitimación humana de la Moral y el Derecho. Poesía y Arte como expresión de la luz más oscura. Existe además la Fundación Cesáreo Rodríguez –Aguilera que depende de la Universidad de Jaén (www.ujaen.es/serv/vicext/fundacion_cesareo.html).  Jacinto López Gorgé recogió efectivamente uno de sus poemas, el titulado “Sájara”, de su poemario Sáhara de la vida (1948) en su antología  Marruecos en la poesía española contemporánea, publicada en Granada, en la colección Ibermagrib, en 1990.
(2) Revista de Información de la Comisión Nacional Española de Cooperación con la UNESCO, nº 25, enero-marzo 1981.
(3) En la parte árabe dice que se había publicado por la editorial Al-Mahdiyya de Tetuán. No hemos podido consultar este libro que por la fecha de su publicación será de difícil localización.
(4) “Vicente Aleixandre en el mundo árabe” se publicaría en las Actas del Primer Congreso Hispano-Africano de las culturas mediterráneas “Fernando de los Ríos Urruti”(11 al 16 de junio de 1984), vol. II, tituladas España y el norte de África. Bases históricas de una relación fundamental (Aportaciones sobre Melilla), dirigidas por Manuel Olmedo Jiménez.
(5) Mohamed Chakor y Sergio Macías: Literatura marroquí en lengua castellana. Prólogo de Alfonso de la Serna. Madrid, 1996, págs. 41-44. Esta obra ha sido criticada por excesiva,   pero en mi opinión tiene muchos aspectos positivos que merecen resaltarse, como es el hecho de recuperar la obra y los méritos de muchos hispanistas marroquíes que eran escasamente conocidos. Y eso es lo importante.
De Chakor asimismo es otra obra colectiva: Encuentros literarios: Marruecos-España-Iberoamérica. Madrid, CantArabia, 1987. En este volumen, de la colección Almoradú, nº 2, colaboran Sergio Macías, Jacinto López Gorgé (“Dos revistas hispanomarroquíes”, en la que se refiere muy detalladamente a la revista y a Trina Mercader en concreto con revelaciones personales que merecen ser leídas), Luis Jiménez Martos y Miguel Bayón.
(6) El texto original  de El árbol de fuego (Shayarat al-nar) se publicó en Tetuán un año después, es decir en 1955. Incluía las palabras de presentación de Aleixandre, traducidas al árabe lógicamente y un retrato de Sabbag dibujado por la propia Trina. La versión al español obtuvo una mención honorífica del premio “Escultor José María Palma”. Pedro Martínez Montávez incluyó el poema “El loco” de este poemario de Sabbag (con un comentario en el que recogía las palabras de José Ángel Valente en su reseña de la revista Índice , Septiembre de 1955,, y citaba las obras de Sabbag publicadas hasta entonces: Aroma ardiente (Al-´abir al-multahib)   Tetuán, 1953, con prólogo de Bulus Salama; Aliento herido (Al-luhat al-yarih),   1955; Ver el comentario de Mohammed Chakor en el semanario MARRUECOS  de 13 de septiembre de 1976, pág. 11.
Mohammed Sabbag ha publicado después varios libros. Recordaremos también su colaboración con Leonor Martínez en la traducción de El rumor de los párpados del gran escritor libanés Mija`il Un´ayma que aparecería en Madrid, en 1956, en la colección “Adonais” .
Aitor L. Larrabide, que trabaja en el Centro de Estudios de Miguel Hernández de Orihuela (Alicante) mea ha facilitado algunas referencias que no conocía: así, por ejemplo, la reseña de María de Gracia Ifach, que también colaboró en las páginas de Al-Motamid,  titulada: “La poesía en Marruecos: Trina Mercader y su revista “Al-Motamid”, publicada en el diario valenciano Las Provincias (falta la fecha);  y de la sección literaria (Noticiario) de E. A. J. 21 Radio Melilla (“Los números 5 y 6 de la revista “Al-Motamid”).
Recientemente he conocido otros aspectos de la vida de Trina – su amistad con las compañeras del Ayuntamiento: Petra, Conchita y Natividad,  gracias a Ángela (“Angi”) Ramírez Gutiérrez, nacida en Larache, que conserva los recuerdos de su hermana Natividad o María, gran mujer, según me dice, fallecida recientemente, y que ha tenido la amabilidad de comunicármelos a través de mi querida amiga Lola López Enamorado en un texto muy emotivo titulado “Historia de una romántica mujer” .
                                               
                                                           *************************
Poema de  Frenando  de  Ágreda  dedicado  a  Trina Mercader






                           

LA CASA DE TRINA MERCADER

                                                                      
                                               A  Fernando de Ágreda

       

Larache en su memoria

revive tus días
Las paredes de la que fue tu casa
todavía rezuman el aroma
de tus versos
y los pasos silenciosos
que a tu ventana
se acercaban,
aún sostienen el eco
de tu voz,
fluyendo en río de palabras
impresas en Al-motamid
junto a Dris Diuri
y otros amigos.
La menta se cuela por las puertas
y el aroma del té cruza el corredor.
Tu mensaje navegó
entre las orillas
aunando un tiempo indefinido,
sustento del valor
amasado por el verso.
Tu legado marcó
el horizonte de las olas
anunciando un  camino heredado
a todas las miradas.
La ausencia en su oquedad
tomó el testigo de la amistad
haciendo posible
un camino de cilantros
que se abre a todas las  voces
ocultas entre el  agua.


                                      Paloma Fernández Gomá
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Elena Martín Vivladi, Trina Mercader , Rafael Guillén y otros





Poema de Trina Mercader. Mayo de los amantes




Foto de Dris Diuri, colaborador de Trina Mercadoe en la revista Al-Motamid
Dris Diuri









Trina Mercader y Fernando de Ágreda en Madrid
 Los poemas de Trina a Larache están en el libro de Jacinto: "Marruecos en la poesía española contemporánea", Granada, 1990.



Postal de Trina Mercader enviada a Fernando de Ágreda


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Esccribe  Fernando de Ágreda:
                                                       

Repasando las cartas de Trina Mercader encuentro este hermoso poema dedicado a la PRIMAVERA. Es lo que deseamos en este tiempo y que dedico a mi buena amiga Paloma Fernández Gomá y el blog que está dedicando a esta extraordinaria mujer..


                                                                ***********************

Carta de Rafael  Guillén  a  Ferrando de  Ágreda

Chukri El Bakri traduce a Trina Mercader 


Trina Jacinto Pio y Abdelkader Mokaddam 

Poema de Pilar Paz Pasamar dedicado a Trina Mercader
Carta de Pilar Paz Pasamar a Fernando de Ágreda



Poema de Fernando de Ágreda a Pilar Paz Pasama
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Trina  Mercader, caricatura por Estrella Pérez de Amor




                                                                         Mostrando Carta de Trina Mercader a Ibrahim Ilgui 7  mayo 1947 (1).jpg


Carta de Trina Mercades a Ibrahim Ilgui( 7 de mayo de 1947)
Mostrando Carta de Trina Mercader a Ibrahim Ilgui 7  mayo 1947 (2).jpg


Carta de Trina Mercader a Ibrahim Ilgui ( 7 de mayo de 1947)




Mostrando Amina Loh y Fernando en su casa de Rabat.jpg

Amina Loh, esposa de Ibrahim Ilglui  en su casa de Rabat con Fernando de Ágreda.

Dedicatoria de Trina Mercader a sus amigos Ibrahim Ilglui y Amina Loh


Carta de Trina a Ibrahim  Ilglui

Carta a Ibrahim Ilglui











                                                                  Carta a IBrahim Ilglui



                                      Homenaje a Trina Mercader y a la revista Al- Motamid, año 2003 3n la                                              revista "Amanecer del   nuevo siglo".

sábado, 14 de enero de 2017

PRESENTACIÓN DE  LOS  NÚMEROS XIX-XX 
DE LA REVISTA  DOS ORILLAS
El viernes 13 de enero 2017, tuvo lugar la presentación en rueda de  prensa, de  los números XIX-XX de la revista Dos Orillas en el Museo Municipal de  Algeciras con la presencia  del Sr. Alcalde de  Algeciras Don José Ignacio  Landaluce y de la Delegada de  Cultura del Excmo. Ayuntamiento de Algeciras Doña Pilar Pintor. También  estuvo presente la  directora de la  revista Paloma Fernández Gomá.
El volumen  XIX-XX ha sido publicado en papel por la Delegación de Cultura  del  Ayuntamiento de Algeciras.
La portada es obra del pintor campogibraltareño Juan Gómez Macías y el logotipo de la revista es  obra del también pintor campogibraltareño  Antonio López Canales.
El equipo de redacción de la revista  incorpora los nombres  de  los profesores  universitarios Abdelatif Limami y Aziz Amahjour de la universidad de Rabat y de Nador,  respectivamente. El jefe del equipo de redacción es el escritor y crítico  literario José Sarria. Otros miembros del equipo son:  Mohamed Chakor(escritor, periodista y  destacado hispanista) que siempre estuvo  vinculado a  la  revista  desde su comienzo, Juana Castro, Balbina Prior, Rosa Díaz, Encarna León,  Juan José Téllez, Manuel Gahete, A.Oubali, Ramón Tarrío web master  de la publicación y responsable de los  medios de comunicación Nuria Ruiz
Como viene siendo habitual la publicación abre sus páginas con distintos apartados  dedicados a diferentes aspectos literarios. El  primero de ellos es referente a la  Poesía con la  colaboración destacados poetas de las dos orillas: Aziz Amahjour, Pablo González de Langarika (poeta vasco recientemente fallecido), Abderramán el Fathi, Félix Morales  Prado, Khédija Gadhoum, Aziz Tazi, Antonio  García Velasco, Luis Alberto del  Castillo, Nisrin Ibn Larbi, Jesús Fernández Palacios, Miguel  Florián, Alfredo Jurado, María Jesús Fuentes, José  María Molina Caballero, Luis  Filipe Sarmento, Francisco Ruiz Noguera, José Antonio Santano, así como el  poema ganador del X Certamen de Poesía ENCUENTROS POR LA PAZ  de San Pablo  de Buceite.
 En Relatos las  firmas destacasdas son las de Mohammed Bouissef Rekab,  Juan Antonio  Palacios, Miguel  Vega, Mustapha Handar y el escritor iraquí Abdul Hadi Sadoum.
Apuntes: Abdelatif  Limami su artículo trata de la novela El médico de Ifni de Javier  Reverte, Antonio José Quesada nos habla de Carlos Barral y el destacado arabista Fernando de Ágreda nos brinda su colaboración con artículos sobre el primer arabista canario: Sergio Castellano, Mahmud Ali Makki que fuera  profesor del Instituto Egipcio de Estudios Islámicos y Mohamed Sabbag, escrito marroquí fallecido en 2013 y que colaboró en las revistas Al-Motamid y Ketama.
En Ensayos contamos con las valiosas aportaciones de De  José Luis Gómez Barceló que versa  sobre Guillermo Gonzalbes Busto, una vida dedicada a la  cultura y a la libertad desde Tetuán. Aziz Amahjour escribe  sobre la filosofía de la mortalidad en la literatura de tradición oral.
En el apartado de Crítica Literaria contamos con importantes críticos  como Alberto Torés que escribe sobre Bernard Sesé y la   poesía deFrancisco Morñes Lomas en la Tertulia del Pimpi (Málaga).
Morlaes Loomas nos habla  sobre los poetas malagueños que ganaron el  Premio Andalucía de  la Crítica, asó como de la opereta bufa de Juan García Larrondo,  Agosto en Buenos Aires. También  dedica un artículo a la  narrativa de Antonio Hernández y a la Dramaturgia cuántica de Antonio César Morón.
José  Sarria nos habla sobre  la obra de Corona Zamarro, Al Sur del Sur.
Elena Fernández Ruiz se refiere a la  obra de Mohamad Alasfar , La increíble historia de la imposible caza y captura de LA ALEGRÍA.
Ángeles Mora reseña el libro Los ritos de  los sentidos , antología de  poesía árabe  traducida al  castellano.
En el  apartado  Historia contamos con el  trabajo de Nezha Hantouti,  destacada hispanista y profesora de universidad, que nos habla sobre la siete puertas del la medina de Tetuán. Un estudio que nos  invita a pasear por la  ciudad marroquí para conocer su historia.
 Este  volumen de la  revista se cierra con  trabajo sobre el Humanismo Solidario: UNA PROPUESTA DE PENSAMIENTO  PARA ELSIXLO XXI, a cargo de José Sarria, junto a poemas de diversos autores de España, Marruecos, México y Colombia.

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sábado, 17 de diciembre de 2016





                   

Que la Navidad anide entre los  hombres, sembrando Paz, Amor, Solidaridad, Comprensión y que el dolor desaparezca entre los surcos de la Tierra                                                                                                                                                         Paloma Fernández Gomá

viernes, 9 de diciembre de 2016

Un estudio del siglo XXI andaluz, para leer pincha en el enlace:

A Study Of Twenty- First Century Andalusian Poetry: Facing Page ...



 Estudio del Siglo XXI andaluz, Poesía: páginas opuestas Español / Inglés Traducciones Of Seven andaluces Mujeres Poetas (Juana Castro, Rosa Díaz, Paloma Fernández Goma, María Rosal, María del Valle Rubio, Pilar Sanabria, María Sanz). Antología a cargo Hidalgo-Calle y Putnam.


Noticia en prensa diario Europa Sur:  También salió en papel.
Un abrazo
Miguel de Cervantes y El Quijote, punto de encuentro y reflexión

ACE Andalucía (Delegación de Cádiz)
Ateneo José Román de Algeciras
Delegación de Cultura del Excmo Ayuntamiento de Algeicras
Con la colaboración del diario Europa Sur



El pasado día 25 de noviembre tuvo lugar en el Centro Documental José Luis Cano de Algeciras un pequeño homenaje al cuarto centenario de la muerte del autor del El Quijote, Miguel de Cervantes Saavedra. Abrió el acto Paloma Fernàndez Gomá presentando a los ponentes: José Juan Yborra Aznar, profesor de la Universidad a Distancia y escritor, José Manuel Serrano escritor y periodista, y Rosario Pérez Villanueva poeta y periodista. Todos ellos  y desde diferentes puntos de vista nos acercaron al creador del Ingenioso Hidalgo. La tarde-noche fue muy lluviosa y con tormenta, pero sus palabras sonaron en salón de actos, nítidas y cercanas, cargadas de reconocimiento y de amor a la literatura, motivo éste último que hizo que nos reuniéramos; quizás por eso el coloquio posterior estuvo cargado de opiniones y referencias, rigor en las palabras y buena comunicación; de ahí la intención de los asistentes de hacer reuniones posteriores con otros temas de interés literario. No se puede pasar por alto la lectura de textos de la obra de Cervantes por parte de Juan Emilio Ríos, Carmen Sánchez Melgar y Nuria Ruiz.
A continuación exponemos algunos de los textos que se leyeron en la tarde del día 25 de noviembre.


Valores del Quijote
José Juan Yborra Aznar

1.- Publicación del trabajo de Javier Escudero sobre la inspiración real de la figura del Quijote. En un documento del Archivo diocesano de Cuenca lo identifica conun talAgustín Ortiz, recreado por Benjamín Rosado así:
Y se lió ese hombre a espadazos contra una cruz clavada frente a los molinos, maldiciendo a quienes se metían con él por ser humilde barbero. Los amenazó con su arma como ya había hecho otras veces, creyéndose señor. Pero todos en El Toboso sabían que su sangre era bastarda y conocían ya sus ansias de venganza. Por eso ningún escudero le guardó las espaldas ni hubo mujer que lo amara. Y fue así que un día creyó ver gigantes en los molinos. Lo arrestaron y juzgaron como a hereje. La sentencia del Tribunal de la Inquisición dijo así: el que atacaba los molinos no fue caballero, ni hidalgo, tampoco señor. Tan sólo un pobre loco del que todo el mundo se reía.
2.- Texto de la cruz de los molinos:
(Proceso Inquisitorial contra Agustín Hernández de El Toboso por atacar a los molinos de viento y su cruz, hallado en el Archivo Diocesano de Cuenta. Leg. 349, exp. 4978).
Pablo López, vezinodesta villa, me dio notiçiadiçiendo que abrácossa de tres o quatro años, poco más o menos, que estando este testigo en un molino (de viento) de Pedro de Morales, vezinodesta villa, vino a moler a él Agustín Hernández barbero (Agustín Ortiz), el qualvido como el dicho Agustín Hernández desenvainó su espada y se fue a una cruz que estaua cerca del molino [de viento] y empeçó a darle de cuchilladas por la parte del pie de la dicha cruz, diçiendo: "Mira como corta mi espada". A elqual reprehendió este testigo y Pedro de Morales El moço que estaba también presente, diciéndole: "Quitaos de ay, estáis tonto, ¿no veis que es cruz?".
Y el dicho Agustín Hernández, no obstante esto, todabía le daba buena cuchillada, hasta que la cortó, que sería de reçior del braço y tableada, de altura de un hombre y los braços de una bara en largo.Laqual, después de cortada como dicho tiene, truxo al molino el dicho Agustín Hernández y la arrimó al molino y ansí puesta de lado le daba de rebés y tajo buena cuchillada, y después la arrojauahaçia arriba y le daba en el ayre de la manera que podía, diciendo: "Mira qué bien corta mi espada". Todo lo qual siempre reprendían los dichos Pablo López y Pedro de Morales, diçiéndole también:
-Mira ques mala Christiandad.
-Y, eso no se puede haçer, ¡hombre del diablo¡
-Y de esotros molinos os están mirando.
3.- ¿Cómo sería el Quijote real?
Un hombre de carácter indómito e irascible que vivió muy cerca de El Toboso a finales del siglo XVI. Fue hijo bastardo de caballero, humilde barbero con ínfulas de hidalgo, persona de genio proclive a las reyertas, mal carácter, numerosos enemigos y contumaz coleccionista de derrotas.
4.- Quijote literario:
. Canto a la libertad:
—La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertadI así como por la honra se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres4. Digo esto, Sancho, porque bien has visto el regalo, la abundancia que en este castillo que dejamos hemos tenido; pues en mitadII de aquellos banquetes sazonados y de aquellas bebidas de nieve5 me parecía a mí que estaba metido entre las estrechezas de la hambre, porque no lo gozaba con la libertad que lo gozara si fueran míos, que las obligaciones de las recompensas de los beneficios y mercedes recebidas son ataduras que no dejan campear al ánimo libre6. ¡Venturoso aquel a quien el cielo dio un pedazo de pan sin que le quede obligación de agradecerlo a otro que al mismo cielo7!
. Los libros como causa de la locura, de la enajenación (¿paralelismo con las redes sociales?) (p. 58).
. Necesidad de trascendencia, de fama literaria gracias a la lengua (p. 68).
. Don Quijote parte de la realidad para re-inventarse su mundo. Él no inventa-miente de la nada. Siempre hay algo de verdad-experiencia (la venta) (p. 76).
. Don Quijote parte de la realidad para re-inventarse su mundo. Él no inventa-miente de la nada. Siempre hay algo de verdad-experiencia (la venta) (p. 76).
. Cada uno es hijo de sus obras (erasmismo, frente al aristocraticismo feudal) (p. 89).
. Metaliteratura: Cervantes es conocido por el cura en el escrutinio (p. 114).
. Polionomasia de Teresa Panza, Juana Gutiérrez, Mari Gutiérrez, Juan Panza, Teresa Cascajo (p. 122).
. Espíritu igualitario de don Quijote con Sancho:  lo sienta junto a él en la comida (p. 155).
. Espíritu libre de Sancho, prefiere comer solo, sin atender a las normas. (p. 155).
. Elogio de don Quijote a la Edad Dorada: Tiempo de injusticias y falta de corrupción (p. 156).
. Conmiseración cervantina hacia Maritornes “Tenía sombras y lejos de cristiana” (p. 238).
. El ideal de don Quijote es “favorecer a los menesterosos y desvalidos” (243)
. D. Quijote defiende un linaje “venido a más” (p. 302). La honra ganada por los hechos (erasmismo-modernidad).
. D, Quijote: sobrevalora la literatura a la vida. Lo mueve a realizar hazañas con las que ganar “perpetuo nombre y fama” (356).
Don Quijote se convierte en el personaje central a partir del cual pululan una serie de personajes que viven de y para su locura (Sancho, cura, barbero, Dorotea, Cardenio, Ventero, mozas, Maritornes… (p. 485). Sin él ¿qué son?
Las lecturas de los Libros de Caballerías han hecho que don Quijote sea “valiente, medido, liberal, biencriado, generoso, cortés…” Mejor persona, en suma (p. 766-67)
Don Quijote ya no imagina, ni “re-crea” la realidad, sino sufre engaños, el más cruel, el de su propio escudero con la “falsa” Dulcinea (p. 129).
Tras la derrota con los molineros y los pescadores dueños del barco, don Quijote asume su hundimiento: “Yo no puedo más” (p. 361). Pide perdón y paga los desperfectos (p. 362).
Burla de Altisidora, que finge estar enamorada de don Quijote (p. 520). Ante tantas burlas, don Quijote añora la ficción de la Caballería frente a una realidad “impuesta” a la que rechaza siguiendo las normas caballerescas. (p. 521).
Última confesión del narrador,CideHameteBenengeli, tras la muerte de don Quijote: “él supo obrar y yo escribir” (p. 846). Valor de la ficción narrativa por encima del proceso de escritura.
La muerte de don Quijote anula cualquier “continuación” e impostura literaria, como el relato de Avellaneda. Cervantes, al “matar” a don Quijote asume,  cierra y reivindica su creación literaria (p. 847).      


EL QUIJOTE: REFLEXIONES SOBRE UN “LOCO” IDEALISTA
Rosario Pérez Villanueva

Antes de ahondar en la cuestión que nos ocupa, que no es otra que la de compartir una serie de reflexiones acerca de la importancia del idealismo en el Quijote, no sólo en la novela, que también, sino, sobre todo, en la figura del protagonista, Alonso Quijano, don Quijote de la Mancha, me voy a permitir leer unos versos del poeta Rubén Darío que, en mi opinión, suponen un espléndido resumen de esa faceta del que, sin duda, es uno de los más enormes personajes literarios de todos los tiempos.
Dice así:
Noble peregrino de los peregrinos,
que santificaste todos los caminos,
con el paso augusto de tu heroicidad,
contra las certezas, contra las conciencias
y contra las leyes y contra las ciencias,
contra la mentira, contra la verdad…

¡Ora por nosotros, señor de los tristes
que de fuerza alientas y de ensueños vistes,
coronado de áureo yelmo de ilusión!
¡que nadie ha podido vencer todavía,
por la adarga al brazo, toda fantasía,
y la lanza en ristre, toda corazón!

~ Rubén Dario
Pero no sólo Darío… Sobre El Quijote se han vertido ríos de tinta, y han sido muchos, y de muy diversa índole, los autores que han escrito sobre la que es unánimemente considerada como la obra fundacional de la novela moderna. Y, sin embargo, El Quijote sigue siendo una obra incomprendida, una obra de culto que todo el mundo dice conocer pero que, en realidad, muy poca gente, en nuestro país, se ha leído entera.
El otro día leía en la contraportada de Europa Sur una interesante entrevista al escritor Andrés Trapiello, que ha dedicado 14 años de su vida a traducir el Quijote al castellano actual (una traducción que era muy necesaria, y que ya va por su novena edición).
Decía Trapiello en la entrevista que el Quijote llegó a ser en España una lectura traumática, y se refería a una encuesta del CIS según la cual sólo 20 de cada 100 españoles aseguran haber leído la novela (y que, además, ese porcentaje tampoco se ajusta a la realidad, porque, según la encuesta, sólo un 10 por ciento de los españoles sabe que el Quijote se llamaba Alonso Quijano, y apenas un 8 por ciento recuerda el nombre de Dulcinea). Y estoy de acuerdo con Trapiello en que algo así es normal… ¿cómo no va a ser el Quijote una lectura difícil, si el original está escrito en el castellano que se hablaba hace 400 años, y está plagado de expresiones cuyo significado la inmensa  mayoría de la gente desconoce?
En un país en el que se lee poco, leer una obra de tal magnitud, en un idioma que hace 4 siglos que no se habla, es toda una hazaña… Y, sin embargo, la lectura del Quijote es necesaria: lo es para entender nuestra Literatura, pero también para entender un poco mejor nuestra Historia y nuestra idiosincrasia como país, que, en esencia, a veces parece que no ha cambiado tanto como lo ha hecho el castellano. ¿Y por qué es tan necesaria la lectura del Quijote? Es más, ¿por qué es tan necesario que pueda ser leído en una lengua que resulte comprensible para la inmensa mayoría de la gente, y, muy especialmente, de la gente joven? Pues porque habla de valores que son universales, y porque nos sitúa frente a toda una serie de retratos que inevitablemente, mueven a la reflexión, y que representan lo mejor y lo peor de la condición humana.
Obviamente, en muchísimos aspectos, la España de hoy y la España que Cervantes retrató en su obra cumbre no tienen nada que ver… Y, sin embargo, en otros, parece como si determinadas cosas no hubieran cambiado y viviéramos en un bucle permanente, incapaces de despojarnos, como sociedad, de algunas de nuestras peores debilidades y de algunos de nuestros más primitivos defectos.
Una de esas cosas que no cambian es, precisamente, la que tiene que ver con el idealismo. Ni estaba bien visto hace 4 siglos, cuando el Quijote se empeñaba en luchar contra molinos de viento, ni está bien visto ahora. Yo, al menos, estoy convencida de que si Cervantes hubiera vivido en nuestros días, probablemente hubiera alumbrado un personaje muy parecido… Habría cosas distintas en la novela, seguro, cambiarían algunos escenarios, la indumentaria, la forma de hablar, probablemente incluso variarían muchos de los sucesos… pero, en la esencia, Alonso Quijano seguiría siendo el mismo: un soñador contracorriente, un iluso empeñado en que se haga justicia, un inadaptado social, un incomprendido “molesto” para los que le rodean… en definitiva, un “loco”.
Puede que, si el Quijote se hubiera escrito en nuestros días, Alonso Quijano fuera un rebelde con greñas, un inadaptado social, un solitario “friki” de los videojuegos que de pronto tomara conciencia de todas las injusticias que nos rodean y acabara convertido en peculiar antisistema… en cualquier caso, un tipo raro, incomprendido, indignado por las desigualdades y el egoísmo intrínsecos de nuestro sistema capitalista, un soñador que seguro alzaría su voz contra los recortes, contra los desahucios, contra los que matan a las mujeres porque creen que son suyas, contra los corruptos que pretenden dar lecciones de moral mientras nos suben los impuestos, contra los desalmados que le cortan la luz a las ancianas y pretenden, encima, que los pobres den las gracias por los comedores sociales. Claro que le tacharían de loco… vamos, eso como mínimo.
Pero claro, esto es sólo una hipótesis. Y la realidad es que Alonso Quijano ha pasado a la Historia de la Literatura como un cincuentón un tanto pintoresco, aparentemente trastornado por la lectura excesiva de los libros de caballería (antepasados, en cierto modo, de los actuales cómics de super-héores)… Según las palabras de Cervantes, “se enfrascó tanto en su lectura, que se le pasaban las noches leyendo de claro en claro, y los días de turbio en turbio; y así del poco dormir y del mucho leer se le secó el cerebro, de manera que vino a perder el juicio”, y se pensó el más grande de aquellos múltiples defensores de la justicia.

Como decía antes, en determinadas cosas España ha cambiado poco, por eso estoy convencida de que si el Quijote viviera hoy, seguiría sancionado por los mismos poderes que le tachaban de loco hace 400 años: el cura, el juez, el acalde… Es verdad que entonces no había medios de comunicación, tal y como hoy los entendemos, ni existían las redes sociales, pero el muro de Facebook era la plaza del pueblo, y los trolls internáuticos y los tertulianos que hoy pueblan los programas de televisión en los que sobre todo se polemiza son, hoy, los mismos acusadores de siempre, los mismos perros con distinto collar, empeñados en criticar y difamar a los que piensan diferente y se atreven a cuestionar el orden establecido.

El Quijote era, en el fondo, y por encima de todo, un idealista, y los idealistas suelen ser molestos para quienes confunden realismo con cinismo, y conformismo con normalidad. Pero, ¿qué es ser idealista?

(Quiero aclarar que no nos referimos aquí al idealismo como corriente filosófica, sino en su acepción más coloquial, como forma de enfrentarse a la vida).
Según la definición del diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, un idealista es aquel “que propende a representarse las cosas de una manera ideal”.

Según Google, el idealismo es la “Tendencia a considerar el mundo y la vida de acuerdo con unos modelos de armonía y perfección ideal que no se corresponden con la realidad”.

En definitiva, el resumen es que, en el lenguaje de la calle, el idealismo está asociado a la confianza en valores que al día de hoy cayeron en desuso, y también al optimismo. Un idealista tiende a ver siempre la botella medio llena, nunca  medio vacía, y suele creer que la moral, la ética, la bondad, la generosidad y la solidaridad, por poner algunos ejemplos, pueden y deben lograr imponerse, siempre, frente a los conceptos contrarios. Luego llega la cruda realidad, claro, y al idealista le toca afrontarla como pueda.

A lo largo de toda la obra, Cervantes establece distinciones entre el mundo ideal, (o platónico ) del pensamiento, y el de la triste realidad, material y tangible, pero lo que más parece preocuparle es la idea de “verdad”, más allá de la difusa frontera entre lo real y lo imaginado. Su personaje, Alonso Quijano, parece profesar, como caballero andante, en una orden cuyo lema es “la verdad”, porque la mentira, la hipocresía y la falsedad no caben en su mente ni en su vida. Se trata de un hombre que obra por un ideal, que está absorbido por él (está “loco” por él); que no sabe fingir ni disimular; y que aspira a conseguir que su verdad (la de querer creer a toda costa en un mundo que fuera mejor de lo que es) se imponga sobre la fea realidad.

Pero Don Quijote, que vive entregado a su ideal, llega un momento en el que empieza  a preocuparse por lo que los demás opinen de él. Esto se aprecia claramente, por ejemplo, en el capítulo 2º de la 2ª parte, cuando Sancho va a visitarle a su casa (donde se recupera de la paliza que le dan al final de la primera parte), y consigue verle (a pesar de que la sobrina y el ama tratan de impedírselo).

Don Quijote le pregunta a su escudero que qué es lo que piensan los demás sobre él: curiosamente (tal y como advirtieron en su día algunos estudiosos de la obra de Cervantes), la misma pregunta que, según la Biblia, hiciera a sus discípulos Jesús de Nazaret (otro “idealista” incomprendido).
Sancho le confiesa que el vulgo, el pueblo llano, le toma por loco, y que entre los hidalgos y los caballeros existen sobre él diversas opiniones. Sin arrugarse, Don Quijote le explica a Sancho que, a lo largo de la historia humana, la virtud siempre ha sido perseguida, y los grandes hombres, calumniados por sus contemporáneos, y le cita varios ejemplos, entre ellos Julio César, Hércules o Alejandro Magno. “Dondequiera que está la virtud, en eminente grado es perseguida; pocos o ninguno de los famosos varones que pasaron dejó de ser calumniado de la malicia”, le advierte. Y, de algún modo, intenta hacerle ver a su criado que la “locura” del idealista, del romántico, es algo innato en aquel a quien Dios ha deparado una misión grande en el mundo… lo que hoy llamaríamos una razón de ser la existencia, una vocación superior…un objetivo en la vida.

Y, sin embargo… tal vez no pueda ser posible el idealismo sin una pequeña dosis de materialismo, y viceversa. En ese sentido, resulta entrañable, pero también reveladora, la relación entre Don Quijote y su criado, un idealista y un materialista cuyas vidas y aventuras transcurren paralelas, recorriendo un mismo camino, influyéndose mutuamente, aún a su pesar, aceptando y respetando sus diferencias… En palabras del propio Don Quijote: “juntos salieron, juntos fueron y juntos peregrinaron: corriendo los dos una misma fortuna, una misma suerte”. Todo en exceso es perjudicial, también el idealismo… y casi todo es bueno en su justa medida, incluido el materialismo. Porque todo lo bueno tiene su parte mala, y todo lo malo, su parte buena… El ying y el yang de las filosofías orientales, que, curiosamente, también subyace en el fondo de la obra magna de Miguel de Cervantes.

No quiero concluir esta breve disertación sin recordar algunas de esas frases que, a mi juicio, se encuentran entre las más memorables no sólo del Quijote, sino de toda la Literatura universal, y que tienen mucho que ver con el complejo concepto del idealismo, tal y como lo hemos estado planteando. Por ejemplo, aquella que decía que

- “La virtud más es perseguida de los malos que amada de los buenos.”

O también aquella otra, que tanto nos gusta a los escritores, que dice que:
- “La pluma es lengua del alma; cuales fueren los conceptos que en ella se engendraron, tales serán sus escritos”.

Y, por supuesto, mi preferida, esas trece palabras que tanta verdad contienen, y que tanto consuelo encierran para cualquiera de nosotros, idealistas o no, cuando el viento sopla en contra y dudamos entre seguir remando, o replegar las velas: Dice así:

“Confía en el tiempo, que suele dar dulces salidas a muchas amargas dificultades”.

Sólo un idealista como Cervantes podía escribir, hace 400 años, una frase como ésa, y sólo un personaje como el Quijote podía darle vida y convertirla en inmortal enseñanza.