domingo, 13 de enero de 2013

El libro que comentamos: UNA SIRENA SE AHOGÓ EN LARACHE fue presentado en Algeciras, en el edificio José Luis Cano, fue un acto sencillo y  fraterno donde asistieron personas que habían residido en Larache y hallaron en las palabras de Sergio Barce recuerdos, que si pasados, tuvieron la cualidad de presentes en la voz del autor.
Las imágenes son un recuerdo de ese día.


                                          Sergio Barce junto a Viki, Francisco y Paloma.
                                             Instantáneas de ese día.


UNA SIRENA SE AHOGÓ EN LARACHE
Por Paloma Fernández Gomá

Sergio Barce nació en Larache y en la actualidad reside en Torremolinos, donde ejerce su profesión de abogado, junto a la de escritor, pues la literatura va unida íntimamente a su quehacer diario.
Sergio Barce es un escritor fecundo que ha escrito varias novelas, entre ellas “Sombras en sepia” que fue galardonada con el Premio Tres Culturas de la Universidad de Murcia. El jurado estuvo formado por Luis Mateo Díez, Jon Jurista, Pedro García Montalvo, Clara Janés y Manuel  Borrás.
Nuestro autor es presidente de la Asociación Larache en el Mundo, que mantiene una contacto muy activo entre Larache, España y cualquier lugar del mundo que haya tenido o tenga algún tipo de relación con la ciudad de Larache
Su blog es un vínculo más de intercambio diario de acontecimientos y personajes que establecen un contacto directo o indirecto entre España y Larache. Un espacio siempre actualizado, activo y de consulta necesaria para estudiosos en el tema o simplemente curiosos, de la cultura.
Sergio Barce ejerce,  sobre todo lo que le rodea, una mirada activa y examinadora, que aglutina y al mismo tiempo desglosa, y de estas percepciones nace su última novela: UNA SIRENA SE AHOGÓ EN LARACHE, publicada por la editorial Círculo Rojo en Madrid.
En esta novela el autor nos abre las puertas de la realidad actual de Larache,  de una forma objetiva y sugerente. Como ya Chukri nos hablara en su conocida novela de los niños de la calle El pan desnudo; Sergio Barce también explora este mundo marginal que coexiste de forma cotidiana con la realidad diaria de la calle en muchas ciudades de Marruecos. Esta realidad de la que hablamos nos la muestra Sergio Barce desde las vivencias de Tami, un niño de nueve años que no goza de buena salud. Tami nos muestra la exclusión social en la que se haya sumido de una forma directa, sensible, me atrevería a decir que casi afectiva, y así nos brinda la posibilidad de establecer un ideario de solidaridad en el que basarnos para descifrar las verdades intrínsecas de la crudeza de una vida que se fundamenta estrictamente en los acontecimientos que “ ofrece” la calle.
Sergio Barce desde el personaje central Tami deriva hacia una trama de personajes  colaterales y, o, principales que resultan imprescindibles para la sostenibilidad de la novela, donde la paradoja, muy a menudo da retazos de un realismo absoluto que nos lleva a momentos de total crudeza, siempre con el sabor agridulce que Sergio Barce sabe desarrollar en las acciones, maneras, descripciones y discursos que desarrollan sus personajes.
En nuestra novela la realidad se hace quimera, el día a día jamás sucumbe ante la tragedia, todo tiene su tiempo. El asedio constante al que se ve sometido Tami, no merma su pequeña , pero fuerte voluntad.
UNA SIRENA SE AHOGÓ EN LARACHE  es la vida misma con su talante oscuro de sombras y sus luces refulgentes, con su ideales y sus derrotas.
En esta novela se tocan temas tan actuales y lamentables como  la miseria, la muerte, la enfermedad, la picaresca, el desengaño.
La vida en la pobreza de la familia de Tami queda patente en  su padre y su abuelo, espejo de su propio fracaso, así como la muerte de su hermano tras embarcar en una patera. La picaresca se encarna en Amín, el limpiabotas que acosa a Tami o de Samir, que le invita a robar.
Los bronquios maltrechos de Tami y la tristeza que le supone una vida de desengaños, donde la realidad es la cara de un fracaso insostenible entre los objetos viejos: televisores, lámparas, bicicletas, radios que Mohamed, el padre de Tami, vende en su pequeño puesto del Zoco Chico, y que previamente ha reparado el abuelo en la terraza de su casa.
Rachida, la madre de Tami es el fin del ocaso para el pequeño, su cobijo, la pequeña alegría que aguarda junto a los cuentos del abuelo; un auténtico aluvión de verdades a medias, que siempre se quiebran al salir a la calle y verse a solas con su realidad.
Tami se refugia en las quimeras que le ofrecen su exiguo jergón o las arenas de la playa que le traen cantos de sirenas en el cuerpo inerte de un pobre náufrago que quiso buscar la fortuna cruzando ese mar ancho que  a veces devuelve las escamas de la cola de la sirena ideada por Tami, en forma de cola de atún entre las piernas del pobre Moabdín, que ahora regresa, ahogado, hasta la orilla.
La novela de Sergio Barce es un reto permanente a la vida que sucumbe entre la desesperanza y un hálito de hallar la respuesta a tantas preguntas sin contestar que se originan en la lectura de sus páginas; donde el vocabulario fluye directo acercándonos costumbres y tradiciones . El pensamiento discurre entre los personajes y las calles de Larache sin ataduras, buscando razones que acercan modos de vida.
UNA SIRENA SE AHOGÓ EN LARACHE es una novela realista y sugerente que acerca las vivencias de Larache al lector.
 Sergio Barce en sus obras siempre trata de aproximar la realidad y en esta intención de nuestro autor  hallamos un mayor conocimiento de las culturas de España y Marruecos.

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