La
Frontera Sur de Al - Andalus. Estudio sobre la Península Ibérica y sus
relaciones históricas con Marruecos. Rodolfo Gil Grimau. Publicaciones de la
Asociación Tetuán Asmir. Tetuán 2002.
Por
Paloma Fernández Gomá.
Este libro que reseñamos se
trata de una recopilación de diferentes
estudios de Gil Grimau, figura eminente y muy destacada en el panorama de los vínculos culturales, sociales
e históricos entre España y Marruecos.
Este compendio de estudios
toca cuestiones trascendentes en esta vinculación entre los dos pueblos:
-El siglo XI, clave para
que surgiera el sentimiento andalusí.
-La figura de Sayyida Al
Hurra, mujer de origen andalusí, su madre procedía de Vejer de la Frontera.
Ella llegó a gobernar Tetuán en el siglo XVI.
-Cuestiones sobre el africanismo español y la descolonización del
Magreb.
-Estereotipos marroquíes en
la literatura colonial española.
-El español en el ámbito lingüístico
de Marruecos.
La cultura andalusí, su perímetro
de expansión y origen, es cifrada por Gil Grimau en la época de Abderramán III,
cuando se incide en la enseñanza de la lengua árabe para obtener cargos administrativos, lo cual repercutió
en que los intelectuales andalusíes tomaran conciencia y seguridad respecto a
su cultura árabe y asumieran la
importancia de Al-Andalus frente
a Oriente y el concepto
de “paraíso andalusí”, donde el mestizaje fue elemento significativo. “La
circunstancia de las mezclas son las que configuran a Al-Andalus” afirma Gil
Grimau.
Sayyida Al Hurra de origen
andalusí (Chauen 1485) y casada con Alí -Al
Mandari, fundador de Tetuán y ex alcaide
granadino, gobernó Tetuán junto a su marido( 1512- 1540) , hasta que la ceguera
de él se lo impidió, y entonces ella en solitario asumió el mando. Fue una
mujer innovadora para su tiempo ( pertenece a esa estirpe de mujer que se
adelanta a su época). Al Hurra (“La Libre”) sería el apelativo que se le dio
cuando gobernaba Tetuán. Apoyó la navegación corsaria hasta que Hassan Hassim,
consuegro de Sayyida , la derrotó y fue expulsada de Tetuán. Al parecer se refugió en Chauen, hasta sus
últimos días.
Gil Grimau afirma que la
guerra de África o de Tetuán no fue una guerra romántica sino colonial y nos da su opinión sobre la
descolonización del Magreb, después de la II guerra mundial, la guerra de Ifni
y el colonialismo español.
En el libro son analizadas
la líneas editoriales del Diario Marruecos (23 de abril de 1942 a 30 de noviembre
de 1945) y del Diario de África , sucesor del
anterior.
De los estereotipos sobre
Marruecos en la literatura colonial española, Gil Grimau destaca el mutuo
desconocimiento en este ámbito por las dos partes.
En la creación literaria
española después del colonialismo, nuestro autor se reafirma en los
estereotipos de siempre, manteniéndose después del año 2000, y afirma:” Si bien
se detienen menos en lo superficial o anecdótico”.
La figura literaria del
renegado, personaje que se forja en zonas de conflicto o guerra; la refleja Grimau
en la novela Aita Tettauen en los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós.
Con respecto al hispanismo
marroquí, podemos leer: “ La tendencia, ahora, de incluir bajo el calificativo de hispanistas solamente a los
profesores de universitarios y de enseñanzas media, y a los intelectuales más recientes de los
últimos 40 años”. Y en este mismo estudio se relacionan los nombres de
hispanistas en el período que va de 1900
– 1910 hasta los años 60, más o menos. La lista de autores es muy amplia y abarca
más de cincuenta nombres, también las revistas Almutamid y Ketama.
De esta amplia relación rescato
algunos nombres : Muhammad Ibn Azzuz Hakim,
a quien tuve ocasión de conocer personalmente en la Asociación Tetuán
Asmir en el año 2004. Recuerdo su figura
menuda y la mirada intensa, avistando viejos tiempos en componenda con los
nuevos. De él dice Gil Grimau: “ Este es uno de los autores más prolíficos del
hispanismo de todos los tiempos”.
De Muhammad Al- Sabbag
tengo el recuerdo de las palabras de
dolor de nuestro amigo Mohamed Chakor,
cuando a raíz de su fallecimiento me dijo: ”Todos van muriendo”, dentro de
la conversación que sostuvimos sobre el hispanismo marroquí
Del libro quiero señalar el titular “La mismidad” (según la
RAE: se entiende por mismidad a una condición, a algo que no cambia con el paso del tiempo y que está asociado a la
propia estructura del ser), cuando se
habla del Análisis y Fuentes de la Escritura Marroquí en Lengua Española. Sostiene
nuestro autor que es el Norte de Marruecos
de donde sale una parte importante de esta “escritura” allí se “palpa lo
hispano”.
En el
apartado afloran nombres como Mohamed Chakor (amigo entrañable y colaborador). Él me habló por
vez primera de Rodolfo Gil Griamu, en el
año 2002 en la grabación de su programa “ Islam hoy” de Radio Televisión
Española, que tuvo lugar en Sevilla. Acudí invitada por Chakor.
Otros nombres de amigos
que me honra haber conocido en persona
son Mohamed Larbi Messari (ya fallecido), Mohamed Bouissef ( amigo y escritor
referente de la literatura hispano marroquí), Mohamed Akalay, Mohamed Sibari y Ahmed Mohamed Mgara (hispanista muy activo
que marca tendencias y al que mucho aprecio). Con todos ellos es fácil compartir “la mismidad” de la que habla Gil Grimau; pues tenemos una
herencia común de raíz identitaria que asume sentimientos y voluntades.
En las palabras de
Grimau perfilo un mensaje de tronco común
con diferentes ramas y cuya sombra compartimos.
Concepto que sostienen otros pensadores
hispanistas en la actualidad, como Aziz Amhajour, en el artículo de la revista Dos Orillas (
XXX-XXXI) sobre la obra póstuma de Gil Grimau “Judaísmo e Islam profundos”. Se
adentra Amhajour en la visión del “otro” en lo más recóndito de “nos –otros” al
analizar la obra póstuma del maestro. Y creo llegar a reconocer ese mismo concepto, en el libro que comentamos.
La perspectiva de
interculturalidad amasada por Grimau en el
concepto de Al-Andalus, como
unidad integradora de cristianos- árabes y judíos es tratada en el libro “Visiones sobre los musulmanes,
información y mediación” de C. Echairi. Donde conceptos como estereotipo, la
cultura del otro, la mediación cultural
y social y la conciencia de la identidad propia y ajena constatan el vértice
sobre el que se sostienen los estudios
de Echairi, en este libro prologado por los profesores Mustapha Adila de
la Universidad de Tetuán y Nicolás Roser Nebot de la Universidad de Málaga. Un
trabajo extenso y bien documentado, que reúne
puntos de encuentro con los predicamentos de Gil Grimau en el libro “La
Frontera Sur de Al-Andalus”.
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Con fecha de 18 de julio de
2019, recibo un correo de Fernando de Ágreda,
buen amigo y arabista donde me envía la carta que él mismo envió a Rodolfo Gil Grimau como
despedida, con fecha 30 de septiembre de 2008, para que la publique.
Aquí está la
carta de Fernando de Ágreda a Rodolfo Gil Grimau, junto a una fotografía que también me envía, amablemente
en el mismo correo:
Rodolfo Gil
Para recordar a Rodolfo
Gil Grimau. Arabista y escritor.
Me dicen que Rodolfo Gil se ha ido, pero aún creo o imagino que voy a
escuchar su voz a través del teléfono móvil desde el que últimamente llegaba
para transmitirme algún mensaje cordial, propio de una acendrada amistad.
No en vano mis primeras
experiencias en el campo de la investigación en Marruecos están unidas a su
recuerdo.
Hablar o escribir ahora de Rodolfo Gil significa para mi recuperar
recuerdos entrañables que compartimos: las fotografías de su casa en Rabat, con
su familia, de los coloquios en los que participamos y que conservo con cariño,
lo demuestran.
Mi primer viaje a Marruecos en 1969 estaba motivado por el estudio que
estaba iniciando entonces sobre la narrativa marroquí. Tras aterrizar en
Tánger, y no quisiera extenderme en otros motivos, me dirigí a Rabat para
entrevistarme con los autores sobre los que me proponía plantear mi memoria de
licenciatura.
Me alojé en una modesta pensión y pasé a visitar la embajada de España.
Ahora lo veo como una escena que se desarrollaba con toda naturalidad: me
recibió una señora encantadora: Encarnita de Carriedo que enseguida me iba a
presentar al director del Centro Cultural Español que no era otro que Rodolfo
Gil. El mismo me acompañó al hotel “Balima”, un vetusto edificio con sabor
francés y muy lujoso para mi modesto presupuesto. Rodolfo me comunicó la grata
noticia de que estaba costeado por los servicios culturales de la propia
embajada. Creo recordar la fecha de aquel día: el 26 de junio de 1969.
Como decía, fueron unos
días inolvidables que han dejado una gran huella en mi formación académica y en
mi forma de entender aquel país y su cultura.
En el mes de octubre de 1969 pude presentar mi “tesina” o memoria de
licenciatura en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Complutense
y, concretamente, en la Sección de Filología Semítica. Fue dirigida - o
impulsada podríamos decir – por el entonces profesor Agregado, luego
catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid, hasta su jubilación, Pedro
Martínez Montávez.
Para seguir el hilo de mis recuerdos de Rodolfo, tengo que citar la versión
de los cuentos del escritor marroquí ́Abd al-Yabbar Al-Sahimi (Rabat,
1939)que se publicaron en la colección “Arrayán” de la Casa Hispano-Árabe de
Madrid. Bajo el mismo título del original “Lo posible de lo imposible”
(Al-mumkin min al-mustahil, en árabe) publicamos, mi buen amigo Ábd Allah
Khalaf y yo mismo, una de las primeras muestras de la incipiente narrativa
marroquí que iba adquiriendo su propio desarrollo.
(¡Qué tiempos
inolvidables también los de aquella “Casa” de la calle Miguel Ángel y de su
secretario Máher Sulaymán fallecido en plena juventud desgraciadamente!)
Rodolfo Gil tuvo entonces una muestra de su cariñosa amistad, que luego
prodigaría en diferentes ocasiones, y quedó expresada en la amplia reseña que
publicó en el diario España, de Tánger, el 6 de mayo de 1971. Allí
quedaron plasmadas sus reflexiones sobre el autor marroquí, que eran muy
acertadas y, además, demostraba un buen conocimiento de la nueva literatura
árabe y de las traducciones que se habían publicado entre nosotros.
En 1978 Rodolfo asimismo publicaba otro texto, breve, de 15 páginas, pero
muy expresivo, titulado: “En torno a la literatura marroquí actual”. Demostraba
en el mismo que había estudiado aquella incipiente literatura y hablaba del
desarrollo que estaba adquiriendo. Fue editado por el Centro Cultural Español y
la Radio Televisión marroquí.
La peripecia vital de Rodolfo Gil se vio afectada por diferentes motivos:
su biografía va unida al apellido “Benumeya” de larga tradición familiar, de
una parte. De otra, quizá la que nos parece más característica, a lo que supone
la figura de un activo profesional que ha sabido transmitir la cultura española
en diferentes países. Fue director de los Centros Culturales españoles, luego
Institutos Cervantes, en El Cairo, ejerciendo el profesorado además en la
Facultad de Lenguas de la universidad Ayn Shams y, como profesor visitante en
la universidad de El Cairo; Rabat, donde ya dije que lo conocí; Tetuán, que él
mismo pudo inaugurar, y , ya en 1992, en Lisboa. En este último destino ocupó
además el puesto de Agregado Cultural de la Embajada de España.
Por otra parte Rodolfo Gil tuvo que enfrentarse a la situación política de
aquellos años: la ejecución de su tío Julián Grimau, cuyos efectos se harían
notar en la esfera internacional. Su repercusión alcanzó al mundo académico y
concretamente a la Facultad de Filosofía y Letras donde Rodolfo trabajaba y
preparaba su tesis doctoral. Esta no pudo presentarse en su momento por los
motivos citados y tuvo que esperar al año 1982 para leerla por fin en el
departamento de estudios árabes de la Facultad de Filosofía y Letras de la
Universidad Autónoma de Madrid, gracias al interés de su ponente, el profesor
Pedro Martínez Montávez, entonces rector de dicha universidad. Su título:
“Teoría y prácticas mágicas en la Arabia preislámica” y obtuvo la calificación
de Premio Extraordinario por unanimidad del jurado.
La huella de Rodolfo Gil en estas instituciones ha sido profunda: “Su fama
– ha dicho el profesor Mhammad Benabud entre los mensajes que nos llegan por
internet – se debe en parte al hecho de haber formado a muchos españoles y
marroquíes (Husayn Bouzineb, traductor de la Casa Real en Rabat y Malika
Embarek, especialista en la literatura marroquí, entre otros) en las
universidades donde enseñó y al haber participado en encuentros culturales,
como la universidad Mohammed V, de Rabat , la Sidi Mohammed Ben Abdallah, de
Fez, y la Abdelmálik Essaadi de Tetuán...Sus alumnos y amigos se encuentran en
todas las universidades marroquíes donde haya un departamento de Español y
también en la mayoría de las universidades españolas donde figuren los
departamentos de Árabe e Islam. Sus numerosas publicaciones hablan por si solas
de su infatigable labor en los diversos ámbitos de estudio en los que tanto
trabajó”.
Mi testimonio más reciente se refiere a dos homenajes en los que Rodolfo
Gil participó dejando un testimonio muy valioso: el que dedicó la Dirección
General de Relaciones Culturales de la Agencia Española de Cooperación
Internacional, al embajador Alfonso de la Serna (1922-2006), con el que Rodolfo
trabajó muy directamente, celebrado el 18 de junio de 2007 en el salón de actos
del Museo de América y cuyas contribuciones han quedado publicadas en la
revista Awraq. Estudios sobre el mundo árabe e islámico contemporáneo,
Vol. XXIII(2006), págs. 179-233; el otro se refiere al hispanista marroquí
Abdallah Djbilou, - ¿quién iba a decir que no llegaría a verlo editado? -
catedrático de la universidad Abdelmálik Essaadi, de Tetuán, fallecido
tempranamente el pasado año.
Rodolfo Gil escribió un homenaje y un recuerdo muy sentidos, el 21 de
noviembre de 2007 y que figura en la página de Internet. : el
hispanismo.blogspot.com, dedicados “a dos intelectuales universitarios de
calidad: Soledad Gibert y Abdellah Djbilou”. De este texto escogeremos unos
párrafos que bien podrían aplicarse al propio Rodolfo en estos momentos de su
merecido reconocimiento : “ha sido una persona de diálogo, de comprensión y
atención; un intelectual “hispanoárabe” de rigor, que crea referencia no sólo
por sus escritos sino por su sola presencia activa en esta sociedad nuestra,
mixta, familiar e intercambiable al sur y al norte del Mediterráneo”..
¡Ojalá se cumplan tus
proyectos, querido Rodolfo, ya me contarás!
Un fuerte abrazo,
Fernando de Ágreda Madrid, 30 de septiembre
de 2008.
P.D. Agradezco profundamente
a Daniel Gil, hijo de Rodolfo, que me haya facilitado datos personales y
profesionales tomados directamente de su padre. Se puede consultar el enlace a
su página web: http:www.sapiens.ya.com/gilbenumeya/index.html
Rodolfo Gil Grimau y Fernando de Ágreda |
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